3 plantas y 20 habitaciones
Más allá de pisos o casas, algunos propietarios ponen en venta inmuebles de lo más pintorescos. Desde mansiones de lujo como la que tiene Richard Gere a las afueras de Nueva York, hasta aldeas completas con varias casas como un poblado gallego que tiene vistas al mar. Estas peculiares propiedades no solo ofrecen un gran espacio para vivir, en muchos casos tienen precios muy asequibles.
En la localidad catalana de Olot, próxima a la zona volcánica de La Garrotxa, se ubica un castillo medieval, cuya construcción data del año 1147, por lo que este espacio tuvo gran importancia durante la edad media. De hecho, aún conserva el estilo propio de la época, con numerosas calles estrechas e irregulares y una gran muralla sobre la que están adosadas muchas casas. En su momento se instalaron los miembros de la familia de la baronía de Santa Pau, que le da nombre, y fue habitado por última vez por una comunidad de monjas hasta los años 70, que se marcharon y quedó abandonado. Un año después, fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Según indican en la oficina de turismo de Cataluña, el conjunto medieval nació de la formación de un núcleo urbano alrededor del castillo en el primer cuarto del siglo XVI. Este espacio lleva años en venta, y aunque al principio los dueños lo valoraron en 1,7 millones de euros, hoy en día su precio se ha rebajado hasta los 1.145.000 euros.
Más de 2.700 m²
El conjunto histórico ha experimentado múltiples modificaciones y extensiones a lo largo del tiempo, aunque su torre y la puerta de estilo románico son originales. En la actualidad, está comercializado por la inmobiliaria de lujo Lucas Fox a través de Fotocasa y cabe destacar que es el punto más alto de la villa.
En total, tiene una superficie de 2.754 m², lo que incluye los jardines, patios, bodegas, cuadras y otras estancias externas. En su interior, el espacio cuenta con más de 20 habitaciones y hasta cinco baños. La zona de alrededor tiene gran interés turístico por los más de 40 volcanes o parques naturales, así como su proximidad a los Pirineos.
Las propuestas para los inversores son convertir este espacio histórico en un hotel boutique donde poder experimentar la esencia medieval de la zona. Según los medios locales, estiman que las obras a realizar para recuperar esta villa cuestan en torno a los 4 millones de euros.