bodegas y viñedos para conocer en España
Hace 25 siglos, Eurípides —sí, el de “no me Sófocles que te Esquilo”— dijo que “donde no hay vino, no hay amor”. Y no somos quién para contradecir a un tipo que escribió Electra o Medea. Y si los Beatles cantaron aquello de “todo lo que necesitas es amor”, quizás estuvieran queriendo decir que “todo lo que necesitas es vino”.
Bueno, cualquier excusa, por rocambolesca que esta sea, puede ser aceptable si se trata de hacer enoturismo por uno de los países donde la cultura del vino está más arraigada. Hasta 70 denominaciones de origen tenemos en España, varias de las cuales vamos a degustar en esta ruta de turismo vinícola por las mejores bodegas y viñedos a visitar en nuestro país.
Bodegas Williams & Humbert (Jerez de la Frontera, Cádiz)
Comenzamos nuestra ruta enoturística en el sur, allá donde se elaboran algunos de los vinos y brandis más singulares del mundo, como el propio Jerez. Hace ya casi 150 años, Sir Alexander Williams —“gran conocedor y admirador de los productos jerezanos”— junto al experto en relaciones internacionales Arthur Humbert fundaron una bodega en Jerez de la Frontera que terminaría por convertirse en una de la más grandes de Europa.
Y es que en las bodegas de Williams & Humbert no solo se producen vinos tintos, blancos y finos, además de los propios brandies de Jerez y Sherries, sino también vodkas, ron, ginebras… La bodega de las bodegas en España que ha sido visitada a lo largo de las décadas por todo tipo de personalidades, incluyendo a los propios Beatles… antes de que escribieran All You Need Is Love.
Y ya que estamos en la zona, a un paso podemos visitar una de las sedes de González Byass, uno de los mayores grupos bodegueros del mundo, responsables de Tio Pepe entre otras muchas firmas.
Pagos del Rey (Morales de Toro, Zamora)
Aunque ubicado en Morales de Toro y muy asociada, por lo tanto, a la zamorana Denominación de Origen de Toro, Bodega Pagos del Rey surge con el objetivo de establecer una sede para la compañía que tiene bodegas en Ribera del Duero, Rioja, Rueda y la propia Toro, incluyendo vinos muy populares como Altos de Tamaron, Bajoz, Castillo de Albai o “La Única”, una colección de botellas pintadas a mano por varios artistas.
En la visita a la Bodega Pagos del Rey en Toro podemos conocer el Museo del Vino, inaugurado en 2014, donde exponen las diversas manifestaciones culturales de la viticultura incluyendo 28 depósitos originales de vinificación, 1.000 metros cuadrados cubiertos y 2.000 metros cuadrados de jardín.
Bodegas Arzuaga (Quintanilla de Onésimo, Valladolid)
Los vinos de Ribera del Duero levantan verdaderas pasiones y una de las mejores bodegas para catar estos excelsos vinos es la de Arzuaga en Quintanilla de Onésimo, a 40 minutos al este de Valladolid. La finca consta de 1.400 hectáreas que comienza a producir desde la compra de los terrenos por parte de Florentino Arzuaga a principios de los 90.
El visitante puede participar en un taller de cata a cargo del equipo de sumillería de la bodega, así como visitas sencillas que incluyen la degustación de tres de los vinos con un ligero aperitivo, sin olvidar una visita guiada por los viñedos y la propia bodega acompañada de una sugerencia gastronómica de temporada. Además, cuenta con un hotel anexo de 5 estrellas y 96 habitaciones. Y a unos pocos metros, Bodegas Vega Sicilia, que no necesita presentación…
Bodegas Lecea (San Asensio, La Rioja)
¿No pensaríais que os íbamos a dejar sin Rioja en esta ruta? Para abrir boca nos vamos a San Asensio para conocer Bodegas Lecea, regentada por la cuarta generación de una familia entregada al cultivo del vino, estando Luis Alberto Lecea actualmente al frente.
La bodega de Lecea se ubica en el barrio de Las Cuevas en Cerrillo de Verballe de Asensio, en plena Rioja Alta: es este cerro el que se encuentra totalmente excavado formando los “calados”, el entramado subterráneo donde descansan los vinos a la temperatura adecuada. Todo ello se puede visitar a través de diferentes experiencias enoturísticas que incluyen también la posibilidad de un paseo entre los viñedos en bici eléctrica o un menú riojano con cata de tres vinos, entre otras opciones.
Sant Pere de Ribes (Girona)
En este caso os proponemos un plan diferente para descubrir la cultura vinícola de la provincia de Barcelona: acércate al coqueto pueblo de Sant Pere de Ribes y descubre un tesoro de masías y casas de indianos rodeado de un entrañable paisaje de viñas y senderos que conducen al parque de El Garraf.
Ubicado a tan solo diez minutos al norte de Sitges, esta localidad de tradición medieval como exponen los restos de su castillo destaca por su magnífico paisaje agrícola dedicado al cultivo de algarrobos y viñas, pudiendo visitar varias bodegas como Celler Puig Batet o Torre del Veguer donde nos recuerdan que hace más de 2000 años que se lleva produciendo vino en la zona del Garraf.
Bodegas Portia (Gumiel de Izán, Burgos)
A tres cuartos de hora de la capital provincial llegamos a una de las grandes bodegas del corazón de la Ribera del Duero, y uno de esos complejos vinícolas populares por haber sido diseñados por un arquitecto de renombre.
Conscientes el impacto mediático y a nivel de imagen que un arquitecto como Norman Foster diseñe tu bodega, Bodegas Portia —perteneciente a la familia Martínez Zabala que incluye Bodegas Faustino en La Rioja Alavesa— acudió al ganador del Premio Pritzker en 1999 para diseñar su nueva bodega que fue señalada como uno de los mejores diseños arquitectónicos europeos de 2011. Nada menos que 12.500 metros cuadrados de bodega distribuidos en tres brazos de tres plantas de altura parcialmente enterrados que permiten producir un millón de botellas al año.
Bodegas Regina Viarum (Doade, Lugo)
Nos vamos al norte para conocer la Ribeira Sacra y sus vinos Denominación de Origen a través de nuestra visita a las Bodegas Regina Viarium en Doade, a la orilla del Sil. Si has oído hablar de la viticultura heroica sabrás que se trata de uno de los cultivos de viñedos más exigentes porque las cepas están dispuestas en estrechas y empinadas terrazas o bancales, construidos con muros de piedra en los taludes de las montañas que flanquean el río. Un espectáculo que podemos conocer en las visitas guiadas a las bodegas de Regina Viarium que cuenta con una más que famosa terraza para divisar el horizonte lucense.
Bodegas Bell-lloc (Palamós, Girona)
De nuevo, otro premio Pritzker de arquitectura que diseña una bodega, pero en este caso se trata de un estudio muy especial, el que forman Carme Pigem, Rafael Aranda y Ramón Vilalta (RCR Arquitectos), segundos españoles en ganar ese prestigioso premio tras Rafael Moneo.
Su diseño para las Bodegas Bell-lloc también fue seleccionado para el premio Mies van der Rohe: acudiendo al acero corten, uno de sus materiales fetiche, RCR Arquitectos diseñan una estructura que se integra en el paisaje formado por un valle al pie de una montaña compartiendo el horizonte con Paula, una de las esculturas del célebre Jaume Plensa.
Bodegas Marqués de Riscal (Eltziego, Araba)
No merecen mayor presentación ya que se trata de uno de los edificios más representativos de la arquitectura contemporánea en tierras vascas, obra de Frank Gehry, autor del Guggenheim de Bilbao. Acudiendo a su inimitable estilo marcado por el uso de la cubierta de titanio al que añade tonos que hacen referencia al vino y a la malla dorada característica de las botellas de Marqués de Riscal, esta bodega ofrece numerosas experiencias ecoturísticos en un magnífico escenario, no solo arquitectónico, sino también natural.
Bodega Ysios (La Hoya, Araba)
No nos vamos muy lejos porque nuestra ruta vinícola por las mejores bodegas y viñedos para visitar en España termina a 10 minutos de las Bodegas de Marqués de Riscal donde otro tótem de la arquitectura contemporánea firmó el diseño de la Bodega Ysios: Santiago Calatrava.
Pero como ha sucedido con otros diseños del arquitecto valenciano, la Bodega Ysios tampoco se salvó de los problemas, pidiendo las Bodegas Domecq —propietaria de Ysios— dos millones de euros en concepto de indemnización tanto a Calatrava como Ferrovial, ejecutora de la obra, por goteras y humedades. De cualquier forma, la integración del perfil del edificio en el entorno de la sierra de Cantabria no deja de ser espectacular.