Compac, la empresa de los Sanchis, en el Mies van der Rohe
La XV Bienal de Arquitectura y Urbanismo (BEAU) empezó hace pocos días en el pabellón Mies van der Rohe de Montjuïc y se clausuró en el Museo del Patio Herreriano de Valladolid. Esta edición muestra el último grito tecnológico del sector, con el patrocinio único de la empresa familiar de los Sanchis, Compac The Surfaces Company. Los Sanchis son un núcleo de segunda generación, de origen valenciano y mirada barcelonesa; emprendedores tocados por la tradición renacentista y volcados en el universo estético catalán de mirada noucentista.
Fundada en 1975 por el entronque familiar Sanchis-Brines, Compac ha sido la primera compañía española especializada en la fabricación y distribución de superficies de mármol y cuarzo; hoy es una multinacional dotada de una plantilla de 400 empleados, con especial presencia en los mercados de Estados Unidos, Asia-Pacífico, Europa y Reino Unido. El grupo, con instalaciones fabriles en Gandía (Valencia) y Abrantes (Portugal), ha hecho del reciclaje el origen de su expansión, con logros muy particulares como la producción de obsidiana, el cristal trabajado hasta convertirse en material consistente. Compac ha demostrado que la piedra volcánica a la que Plinio el Viejo, en su libro Naturalis historia (Fondo de la Complutense), llamó “la piedra energética” hecha de vidrio volcánico y contenida en la lava procedente de las erupciones, se puede fabricar y pulir, hasta el punto de convertirla en una exquisitez sintética para la arquitectura de vanguardia. Le Corbusier o Auguste Perret llamaron a la obsidiana el vidrio plano y la combinaron con el hormigón armado y el acero; aquellos grandes maestros, en su momento, se limitaron a trabajar con el mineral dotado de un alto contenido de silicio, el obsian, de bordes muy afilados, utilizado como herramienta de corte y bisturí quirúrgico. Ahora, los Sanchis han estandarizado este tipo de cristal produciéndolo a partir de una matriz industrial. Su experiencia demuestra que el presente es el pasado labrado de tecnología punta.
Ejemplo de construcción en mármol de Compac / COMPAC
Las fusiones de cuarzo y mármol tratados con resinas ocupan el centro de la producción de Compac. La empresa se ha especializado en la fabricación y distribución de superficies innovadoras para la arquitectura y el diseño, alcanzadas ahora gracias al high tech. Las aplicaciones visionarias de Brunelleschi en la cúpula de Florencia, el hormigón poetizado por Utzon en la Ópera de Sidney o el Taj Mahal en India no contaron con la innovación tecnológica que está marcando la arquitectura actual.
Profundidad y continuidad
Hoy, los cristales de Jean Nouvel y el cuarzo de Norman Foster se presentan como la alternativa poderosa de lo más elástico y resistente. La evolución de los materiales en las últimas décadas dejaría boquiabiertos al Joseph Paxton del Crystal Palace de Londres o al mismo James Bogardus, descubridor de las aplicaciones arquitectónicas del hierro colado. En Madrid, la Fundación Norman Foster resume un buen ejemplo de colaboración provechosa entre el creador y el material utilizado. El mármol Micro Thassos fabricado por Compac –un 95% de mármol y una pequeña cantidad de pigmentos y resinas– muestra su bella funcionalidad en la sede de este patronato, donde los espacios, diseñados con juntas invisibles, ofrecen profundidad y continuidad.
Los Sanchis se encuentran entre los líderes de los nuevos materiales, no tanto por el valor de su facturación como por su relación con los arquitectos más creativos. Representan una apuesta por la calidad y el detalle. El consejo de administración de Compac está presidido por Carmen Brines Grau, accionista fundadora, mientras que la responsabilidad de gestión recae en su hijo Paco Sanchis Brines, Ceo del grupo y líder de la segunda generación, a la que pertenecen también sus hermanos y consejeros Carmen, Sergio y Salvador Sanchis Brines.
Adaptación a los nuevos tiempos
La caída del sector tras el azote de la pandemia significa también el origen de una nueva oportunidad ante la que Compac aporta su nivel de penetración en los mercados exteriores. “En los últimos años, la compañía ha hecho un esfuerzo importante para su internacionalización. En estos momentos, somos una firma muy reconocida en numerosos mercados del mundo. Esta pandemia es global pero su incidencia ha sido variable, y la recuperación también está siendo distinta”, en palabras de Paco Sanchis. La crisis ha demostrado a diseñadores y urbanistas de todo el mundo que el mejor camino de encuentro con un nuevo ciclo expansivo es la diversificación: “Con todos los indicadores económicos sobre la mesa, hemos diseñado un nuevo escenario para los próximos meses teniendo en cuenta, especialmente, la reducción de nuestras previsiones iniciales. Y ello nos ha obligado a adaptarnos en todos los sentidos”, sostiene el Ceo.
Cocina de la colección ‘Unique’ de Compac inspirado en piedras naturales / COMPAC
Asumiendo un papel vehicular en esta XV edición de la BEAU, Compac ha desarrollado los soportes expositivos de la muestra. El evento, que está siendo comisariado por los arquitectos Óscar Miguel Ares, Anna Bach y Eugeni Bach, se concibe no solo como un estreno sino como un proceso abierto durante los dos años que abarca su plazo. Sus dos sedes son dos joyas arquitectónicas. La primera, el pabellón Van der Rohe, referente de la representación alemana de la Expo del 29, fue levantado utilizando vidrio, acero y distintos tipos de mármol. Pese a ser desmontado en 1930, el espacio se convirtió en un referente para la arquitectura del siglo XX, hasta el punto de que, en 1980, por iniciativa de Oriol Bohigas, el pabellón fue reconstruido por Ignasi Solà-Morales, Cristian Cirici y Fernando Ramos Cristal, utilizando acero y cuatro tipos distintos de piedra: travertino romano, mármol verde de los Alpes, mármol verde antiguo de Grecia y ónice dorado del Atlas.
La reconstrucción mantuvo el uso de materiales nada comunes, pero sobre todo calcó el rigor geométrico de su autor. Hoy, después de décadas y décadas de hegemonía estética del barroquismo en el Eixample modernista, el pabellón alemán que pisó Alfonso XIII en la inauguración del 29 es el templo del buen gusto; resume las medidas de una arquitectura hecha a la medida humana; expresa la belleza de la exactitud del mismo modo que lo haría un teorema matemático, siguiendo el argumento que el espíritu del novecientos rescató de la antigüedad clásica. Por su parte, el segundo contenedor de la BEAU, el Patio Herreriano de Valladolid, está ubicado en uno de los claustros del antiguo Monasterio de San Benito el Real y alberga el Museo de Arte Contemporáneo fruto de la donación del Fondo Ángel Ferran con obras de artistas como como Maruja Mallo, Joan Miró, Salvador Dalí, Óscar Domínguez, Joaquín Torres García, Leandre Cristòfol, José Guerrero, Jorge Oteiza o Eduardo Chillida.
La doble visión
Lo que ha podido verse en la muestra se ha organizado en torno a tres temas principales: Territorio, Sociedad y Recursos. Los comisarios han diseñado una propuesta expositiva integrada en el espacio donde se ve con claridad la versatilidad de las aplicaciones de los materiales Compac. En el Patio Herreriano, concretamente, se ha instalado un pavimento de mármol en textura lineal con diseño de Mármol Bering para acompañar al visitante en el transcurso de la exposición y orientarle de manera orgánica y natural. Una estructura en zigzag sirve para exponer las obras que conforman el relato de la Bienal, lo que permite distinguir las distintas áreas de reflexión, relacionar obras y propuestas de distintos formatos y posibilitar una doble visión: la de la España Vacía, desde un extremo, y la de la España Llena, desde el otro.
Colaborar de una manera integral con la BEAU era un objetivo de los Sanchis: “Siguiendo nuestra estrategia de tejer alianzas, realizamos acciones de promoción, pero marcando nuevos hitos, innovando siempre bajo el lema think out of the box”, remarca el Ceo de Compac. La empresa persigue hasta el último de los detalles exigidos por clientes y proveedores, situados en el mundo de la arquitectura en un sentido amplio. Su posición de mercado, como mayoristas de productos minoritarios, les ha obligado a ponerse a rebufo de salida de la crisis del Covid para conocer otras realidades; podríamos decir que un golpe del destino les ha alejado de la zona de confort, una posición temida y preconcebida al mismo tiempo, capaz de ofrecer el impulso virtual para un nuevo salto adelante. Y finalmente, el bache internacional de un mercado siempre expansivo les ha conducido al cruce empresa-cultura, el más fecundo, una vez más: “La XV BEAU responde perfectamente a nuestros valores y filosofía de compañía”, afirma Sanchis.