Exposición de Louis Latapie en Bilbao

Exposición de Louis Latapie en Bilbao


A primera vista sorprende que unos cuadros del gran pintor Louis Latapie (Toulouse, 1891 – Avignon, 1972), se expongan por iniciativa de una sala privada. Pero el pasmo resulta menor cuando uno sabe que detrás de la bilbaína Galería Rembrandt está el insigne coleccionista Emilio Manrique, conocedor (connaisseur que dirían en Francia), de las artes plásticas españolas y europeas.

Para ser admirado en las nobles –y ya veteranas– paredes de Rembrandt, el artista debe cumplir una sola condición: que sus obras resulten del agrado del galerista.

Dueño de un criterio que se adquiere tratando cotidianamente, y durante cuatro intensas décadas, con la obra de grandes maestros que abarcan desde el barroco a las vanguardias históricas, Emilio Manrique de sobra conoce qué es acoger a la exquisitez sin el penoso lastre de las componendas políticas. De esta brava actitud –casi insólita, hoy– él hace su sello personal. Paradigma de ello, el mejor pintor vasco vivo (para nosotros, Jorge Urízar), puede mostrar sus creaciones gracias al brío del exigente Manrique, quien le organiza unas exposiciones que siempre sacuden al público con tanta prodigiosa novedad.

Ahora mismo, desde principios de setiembre y hasta finales de octubre, 14 cuadros de Louis Latapie aposentan sus nobles reales en la bilbaína calle Juan Ajuriaguerra, en cuyo número 20 tiene su sede la Galería Rembrandt.

Estudiante en el parisino Liceo Janson, Louis Latapie realiza, a los quince años, un retrato de su abuelo en el que ya refleja su dominio del oficio. En 1910 ingresa en la Escuela de Bellas Artes de París. 1912 supone su incorporación al movimiento cubista. La Gran Guerra interrumpe su actividad pictórica; herido en la batalla de Verdun y condecorado con la Legión de Honor, ejecuta, en 1919, dos obras cubistas: «Le Nègre Dansant» y «Le Nègre au Cigare». En 1923 Latapie conoce a Braque, una amistad que dura toda la vida. Juntos tratan al arquitecto Le Corbusier a quien encargan una casa donde establecerán sus viviendas-taller. Los amigos de Latapie se amplían: su relación es estrecha con Juan Gris, por quien profesa admiración, y también lo es la que mantiene con el compositor Satie, «un vecino y amigo entrañable».

Fallecida su mujer Estelle, Latapie tiene una nueva musa: Renée Meurisse, con quien se casa en 1927. Durante esos años el pintor participa en los Salones de los Independientes cosechando numerosos éxitos. Junto a otros pintores de la época decora los pilares del restaurante La Coupole, en Montparnasse. A pesar del crack bursátil de 1929 que recorta sus recursos, Latapie se recupera y pinta varias de sus obras más importantes, de extraordinarias dimensiones.

De 1935 es «Sur Un Film de Méliès» (200 x 300 cm), en 1936 realiza «La Comédie Tragique» (350 x 450 cm) y durante 1937 «Nu Janseniste» (189 x 200 cm) además de su celebrada serie sobre Olimpia.

Tras la Segunda Guerra Mundial Louis Latapie compra un viejo molino en Seine-Port, donde establece su vivienda y atelier. La actividad es frenética durante las décadas de los 50 y 60, con gran variedad temática en sus cuadros: desnudos, cariátides, naturalezas muertas, etcétera. Su pintura ha entrado en un período de abstracción lírica donde, por ejemplo, los desnudos se descomponen hasta convertirse en formas entrelazadas.

Entre 1960 y 1968 participa en numerosas exposiciones que tienen lugar en Roma, Milán, Colonia o Londres. 1968 supone la instalación del matrimonio en Avignon. La etapa denominada «avignonese» se caracteriza por un especial tratamiento del color así como por la libertad con que Louis ejecuta sus obras. En el Palacio de los Papas exhibe 60 obras de gran formato, muy representativas de su aportación pictórica al mundo del arte del siglo XX. La inauguración, el 2 de agosto de 1971, se ensombrece por la muerte, días antes, de su esposa. Latapie, abatido e incapaz de superar la muerte de Renée, fallece el 12 de julio de 1972 en Avignon, dejando un bello epitafio: «No seáis demasiado duros conmigo. He hecho todo lo que he podido».

El hijo de Louis Latapie, Jean Louis Latapie, con quien Emilio Manrique tuvo una gran relación personal, funda el Musèe Latapie, dedicado a la memoria de su padre. De Jean Louis es la siguiente frase que, para el galerista bilbaíno, resume a la perfección el arte de ese maravilloso pintor puesto por él a nuestra disposición: «Fauve por temperamento, Nabi por formación, Cubista por juventud, Impresionista porque elevaba todas las impresiones, Orfista por impulso».

Camilo José Cela escribió con entusiasmo sobre Latapie. Tras destacar su eterna vocación de discípulo y vagabundo, su luminosa inteligencia y su poco apego a museos y embalsamamientos (Louis siempre volvió la espalda al fétido olor de la multitud) nuestro penúltimo Nobel dice: «Latapie fue un artista Guadiana, un hombre que hoy se enseña, mañana se esconde y vuelta a empezar, honda actitud que la doméstica historia y la mansa crítica no perdona y hacen bien, porque para los burócratas de la glosa y la contemplación lo primero es vivir y lo segundo y accesorio, dar en el clavo».

Principales museos donde se expone la obra de Louis Latapie son: Musèe d’Art Moderne de la Ville de Paris; Musèe National d’Art Moderne, Centre Georges- Pompidou, Paris; Musèe Calvet, Avignon; Musèe des Augustins, Toulouse;
Musèe de Gajac, Villeneuve-sur-Lot.

El arte pictórico de Louis Latapie se disfruta en Bilbao durante estas semanas. Galería Rembrandt. No se lo pierdan.

Emilio Manrique

¿Cuál fue el origen de este interés suyo por el pintor Louis Latapie y qué cuadro de él adquirió primeramente?

Me interesó su obra, por reunir esta todos los componentes del «Nuevo Arte» que aportaban el resto de sus contemporáneos. Mi primera adquisición fue «La Table Espagnole» («La mesa española»), pintada tras su estancia en Toledo, donde se trasladó para estudiar la Obra del Greco.

¿Qué importancia concede a Latapie dentro de la pintura del siglo XX?

La aportación de la obra de Latapie a la pintura del siglo XX radica en la genuina y honrada capacidad de sintetizar, en sus cuadros, la totalidad de los movimientos vanguardistas de la época.

¿Qué puede decirnos de la calidad artística de las obras expuestas actualmente en su Galería?

Para esta exposición de Latapie he colgado en la Galería las Obras maestras, «Chefs – D´Ouvre», del pintor con el fin de rendirle un merecido homenaje en este 50 aniversario de su muerte.

Dentro de su variedad estilística (de pintor impresionista a cubista), ¿con qué período de Louis Latapie se quedaría si se viera obligado a elegir uno?

Si tuviera que quedarme con una etapa de su producción, elegiría el cubismo desarrollado en el periodo de entreguerras. Y como capricho, las «Triades» de sus tres últimos años de vida en Avignon.



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