Tres edificios para redescubrir la belleza de la arquitectura de Alicante
«La mayoría de la gente tiene poco cariño a la ciudad excepto al sol y al mar, como si no se hubiesen parado a pensar en sus edificios, plazas, parques«. Esa es la idea con la que la sevillana Aurora Domínguez empezó a crear el proyecto Lecciones inesperadas, un paseo por Alacant 2022. Con el fin de la semana de la arquitectura, recupera para El Español tres ejemplos de edificios para amar Alicante.
El Centro de Tecnificación Deportiva es una de estas obras que a Domínguez le parece fascinante «y mucha gente no lo conoce». Se inauguraba hace casi treinta años, obra del arquitecto Enric Miralles, «y que murió muy joven con 45 años», siete años después de entregar al Ayuntamiento este «pabellón gigante con infinitos momentos súper interesantes».
Domínguez valora tanto el planteamiento sobre cómo se usan los materiales que se escogieron «y que desde que entras tienes la sensación de que el suelo parecen ondas». El recorrido por este edificio lo realiza virtualmente acompañada por el catedrático Ignacio Borrego, ya que en su serie de pódcast siempre contaba con un invitado que relacionara la obra con un manifiesto teórico.
[El Español que casi construye la segunda mezquita más grande tras la Meca: «No eres musulmán»]
La idea de analizarlo conjuntamente tenía varios objetivos. Primero, que una mirada ajena aportara nuevas ideas. Segundo, «reforzarlo con estos manifiestos no solo es interesante morfológicamente, si no porque se pueden relacionar sus espacios con manifiestos que lo ponen más en valor«.
Para los pasillos curvos que generan espacios que se comprimen y descomprimen que Miralles creó con Carmen Rincón, Domínguez y Borrego se acompañaron del breve texto de Jim Jarmusch Nothing is original en el que se habla de las referencias que se suman unas a otras. «Miralles es uno de los arquitectos más importantes del siglo XX y XXI en España«, resalta en el programa este catedrático en Berlín para valorar al creador del Centro de Tecnificación.
Y el entusiasmo con el que desarrollan ambos su aprecio por Miralles lo transmite también Domínguez cuando aborda el área de la Albufereta. La arquitectura de expansión de los años sesenta marca la imagen de este barrio costero de Alicante elegido por el artista estadounidense Armando Miguélez Giambruno, que vino a vivir a la ciudad con 14 años y pasó su adolescencia en el edificio Helios.
El texto Poesía en Argel de Le Corbusier es la obra con que relacionan el proyecto con el que también creció profesionalmente el arquitecto Guardiola. «Encontramos muchas similitudes» entre ambos proyectos, indica Domínguez, que reconoce su fascinación por esta área de altos edificios. «Tiene mucho potencial y me gusta mucho por ello», razona, «los edificios se construyen con el material de la montaña que hay detrás por un territorio que ni siquiera era de la ciudad, sino que era puerto».
La variedad de propuestas con las que recorre Alicante la llevó al complejo Vistahermosa de la mano de Alfredo Payá que elige el concepto creado por Juan Antonio García Solera por su carácter «transgresor para su momento porque es una isla en la ciudad en la que hay de todo: con su iglesia, supermercados, centros de juego y sociales, es como un microcosmos».
[La Nucía impulsa el turismo arquitectónico contemporáneo]
Domínguez concluye que «para que las cosas estén cuidadas es muy importante que las personas estén enamoradas de la ciudad, si no te da igual, y tiras cosas o los balcones están sucios». Ella, que nació en Sevilla y vivió durante años en Berlín, destaca que ambas «tienen orgullo de ciudad y se cuidan las plantas en balcones o arriates y aquí falta eso porque falta ese cariño a la ciudad«. Una idea con la que romper con proyectos como este o exposiciones en el Colegio de Arquitectos, «actualmente en Alicante se hace arquitectura muy buena«.
Disponible de 9am a 6pm