Aracely Arámbula: así es la mansión donde vive con los hijos de Luis Miguel | Celeb de México | ESPECTACULOS
No cabe duda de que la relación entre Aracely Arámbula y el cantante Luis Miguel no prosperó del todo. Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que la actriz llegue a entablar una amistad con el popular ‘Sol de México’. De hecho, se sabe que el intérprete de ‘La Incondicional’ le recomendó que se mudase a una exclusiva zona de Acapulco para que pueda estar más cerca de sus hijos. ¿Será cierto eso?
Como todos sabemos, Arámbula es una de las artistas de la televisión más codiciadas del medio mexicano. Sus contratos y demás lograron que su carrera despegue de manera meteórica, casi a la par que los ceros dentro de su cuenta bancaria.
Por tal motivo, no es sorpresa que la protagonista del nuevo reboot de ‘La Madrastra’ goce de una de las mansiones más lujosas de todo México. ¿Conocías su palacio? En Trome te contamos a detalle.
ASÍ ES LA CODICIADA MANSIÓN DE ARACELY ARÁMBULA EN ACAPULCO
Situada en uno de los balnearios más hermosos de todo México, la actriz de 47 años adquirió una millonario mansión para poder vivir plácidamente junto a sus hijos. Esta propiedad cuenta con varios lujos y acabados de primera, evidenciando así el buen gusto que tiene la mexicana a la hora de la decoración.
Además de ubicarse en una de las zonas más top de Acapulco, también es de las más caras, pues su valor ronda los 56 millones de pesos dada su cercanía con el puerto y la hermosa vista de atardeceres que posee la vivienda.
Sin duda, lo más llamativo de esta vivienda es que cuenta con una vista panorámica increíble. De hecho, su terraza y alberca son los espacios que más comparte vía Instagram, en donde evidencia que un buen sol y piscina no pueden faltar en su día a día.
Lastimosamente para sus fanáticos y seguidores, la actriz no ha hecho pública su mansión, dejando con intriga a quienes deseaban saber la manera en que vive la estelar de novelas y melodramas de la televisión. Eso sí, ya quedó registrado que cuenta con una cascada y un gran comedor con vista al atardecer. ¿Se puede pedir algo más?