Un chalé adosado decorado en blanco, negro y gris con un estilo nórdico muy cálido
Urbanitas absolutos, pero también padres de cuatro niños, Sofie y Frank Christensen Egelund amaban demasiado la ciudad como para mudarse a una zona residencial a las afueras. Su dilema terminó cuando se enamoraron de este adosado situado en la parte este de Copenhague. Construido en el año 1898, forma parte de un enclave de 393 casas destinadas en aquel tiempo a los trabajadores de un astillero local. Hoy, acoge un hogar en el que sus propietarios llevan la funcionalidad en los genes: Sophie es nieta de Holger y Marie Nielsen, fundadores de la empresa Vipp y creadores, en 1939, de la papelera de pedal más famosa de Dinamarca. Hoy, la hija y los nietos siguen su estela y han ampliado la firma a cocinas (la cocina con isla de esta casa es un buen ejemplo) y complementos para el baño con el buen diseño como bandera.
Tras una completa reforma, que afectó a distribución e instalaciones, y en la que se eligieron revestimientos que, como los suelos, de parqué lacado en blanco brillo, potencian la luminosidad, se desarrolló un interiorismo meditado, fruto de una concienzuda búsqueda. «Era clave que las cosas de las que nos rodeamos tuvieran una historia. Hay un mix de objetos y recuerdos de familia reunidos durante años, como la vitrina del baño, de mi abuela, o el reloj de la cocina, que en su día estuvo colgado en la fábrica de mi abuelo», cuenta Sofie. Gana la calidad sobre la cantidad, y también los objetos con un punto de osadía o un toque de humor. El arte contemporáneo está, asimismo, muy presente, personalizando cada estancia.