5 Mujeres que lideran reconocidos estudios de arquitectura en Cataluña
5 Mujeres que lideran reconocidos estudios de arquitectura en Cataluña
Estamos atravesando tiempos de fuertes cambios y de eso todos somos conscientes. El papel de la mujer en el campo de la arquitectura está tomando cada vez más relevancia y, a diferencia de otros tiempos, sin ir más lejos el pasado siglo XX, la figura femenina ya no queda escondida detrás de la masculina, como le pasó a Anne Tyng con Louis Kahn o a Lilly Reich con Mies van der Rohe, solo por mencionar algunos ejemplos.
En Cataluña, muchos de los estudios jóvenes están liderados por mujeres. Sus figuras y aportes resuenan, tanto en términos de diseño de proyectos construidos o sin construir, de creatividad, de representación o fotografía arquitectónica, teoría, enseñanza, entre otros.
A continuación te presentamos la trayectoria de algunas de estas profesionales y te mostramos algunos de los proyectos realizados por sus estudios.
- Anna Puigjaner y María Charneco
Ambas son, junto a Alfredo Lérida y Guillermo López, fundadoras del estudio de arquitectura MAIO.
MAIO es un estudio de arquitectura con sede en Barcelona y Nueva York, que trabaja sistemas espaciales que permiten la variación y el cambio a lo largo del tiempo. Los proyectos de MAIO abrazan la constante transformación de la vida cotidiana a la vez que proporcionan una respuesta arquitectónica resistente, comprometida y clara. El estudio ha desarrollado una amplia y diversa tipología de proyectos, que abarcan desde diseño de muebles y exposiciones hasta edificios de viviendas y espacios urbanos.
Anna Puigjaner es doctora arquitecta. Su trabajo de investigación trata de desvelar realidades alternativas y arquitecturas de resistencia desde el surgimiento de los primeros procesos industriales hasta la actual revolución digital. Además, se centra en arquitecturas domésticas que desmontan estereotipos y prejuicios de género, entendiendo que la arquitectura ha jugado un papel fundamental dentro de las sociedades heteropatriarcales en el establecimiento de normas y comportamientos sociales, y en la definición bajo el paraguas de una supuesta “normalidad”, de un sistema disciplinario que es profundamente desigual.
Actualmente imparte clases en la Graduate School of Architecture, Planning and Preservation GSAPP – Columbia University. Fue editora de la revista Quaderns d’Arquitectura i Urbanisme (2011-2016) y recibió el Premio Wheelwright 2016 con su investigación “Kitchenless City”, otorgado por la Harvard Graduate School of Design.
María Charneco, por su parte, es arquitecta y doctorando. Combina la investigación con la actividad profesional y docente, y ha sido asesora de contenidos en el ámbito documental, además de Visiting Fellow en la Harvard Graduate School of Design. Actualmente escribe su tesis doctoral sobre Josep Lluis Sert e imparte clases en Elisava, Escola Universitària de Disseny i Enginyeria de Barcelona.
Entre los proyectos construidos del estudio MAIO, destaca la galería de arte que realizaron en Barcelona, en la calle Trafalgar.
Este proyecto consiste en la transformación de un espacio preexistente en una galería expositiva, que entiende el espacio como un lugar de memoria en donde todos los elementos actúan como superposiciones reversibles y mutables en el tiempo. Así, el proyecto se concibe como un proceso de transformación abierto a lo largo del tiempo.
La expresividad del espacio y su identidad se presentan como una respuesta a la normativa existente y a los procesos constructivos necesarios.
- Meritxell Inaraja i Genís
Esta arquitecta catalana fundó su propio estudio en la plaza mayor de Vic, en 1995, poco después de licenciarse en Arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, Universidad Politécnica de Cataluña, en 1994.
Durante muchos años trabajó en paralelo combinando encargos personales con proyectos en conjunto con el arquitecto Jordi Garcés. Trabajó con él hasta el año 2011. Un destacado proyecto que hicieron juntos fue la ampliación del Museo Picasso de Barcelona.
Su estilo se caracteriza por la búsqueda permanente de la funcionalidad, el profundo respeto por el entorno y la constante presencia de la luz. Aunque sus edificios de obra nueva y sus proyectos de rehabilitación presentan claras diferencias, existe entre ellos un común denominador: la investigación y uso del material vinculado con el proyecto o el entorno, o que simplemente lo complementa o mejora. En los proyectos de rehabilitación siempre apuesta por interiores que respetan la historia del edificio pero aportan elementos contemporáneos que dotan al espacio del máximo confort.
Entre sus proyectos realizados en Cataluña, destaca el Archivo histórico comarcal del Garraf.
Ubicado en una parcela en esquina de un polígono industrial de Vilanova y la Geltrú, el proyecto se trata de un edificio destinado al almacenamiento de documentos con una pequeña sección de clasificación y documentación.
El edificio consiste en cuatro módulos opacos exteriormente, alineados y distribuidos de manera repetida y uniforme en toda la superficie de la parcela, cuya dimensión responde a las necesidades funcionales y normativas de los depósitos de documentos, y los espacios libres entre ellos se aprovechan para crear entradas de luz en las zonas de circulación, patios de ventilación y espacios generosos de instalaciones y mantenimiento.
Laura Bonell, nacida en 1987, fundó en 2014, junto a Daniel López-Dòriga, el estudio de arquitectura Bonell+Dòriga basado en Barcelona, donde trabajan en proyectos a diferentes escalas: desde pequeños encargos privados hasta concursos de edificios públicos.
La obra de este estudio ha sido blanco de diversas publicaciones en diferentes medios, por ejemplo, en la revista italiana Casabella – en su número 85 aniversario dedicado a arquitectos emergentes – o la revista alemana Bauwelt, que distinguió el proyecto de la Galería en el Eixample en sus premios a Primeras Obras.
Además de dedicarse a la práctica, la arquitecta, junto a su socio, escribe sobre arquitectura y espacio público y en 2016 iniciaron la plataforma “A Series of Rooms”: un estudio extensivo y multidisciplinar acerca de los espacios de la arquitectura doméstica. Este trabajo los llevó a obtener el Premio Début en la Trienal de Arquitectura de Lisboa en 2019.
Entre sus proyectos construidos, destaca la reforma de una vivienda en el edificio Walden-7, en Sant Just Desvern, Barcelona, obra del estudio del arquitecto Ricardo Bofill.
Actualmente la rehabilitación de construcciones existentes es una medida esencial para el equilibrio sostenible de los recursos de nuestro planeta. Este proyecto de reforma de uno de los 446 apartamentos del Walden-7, presenta el valor añadido de cómo enfrentarnos al patrimonio arquitectónico contemporáneo.
La vivienda consta de 4 módulos desarrollados en dos niveles, en las plantas 12 y 13 del edificio. La planta baja se convierte en un gran espacio diáfano, la planta primera contiene los dormitorios. Cada una de sus ventanas enmarca fragmentos del Walden-7 y la luz se cuela ligeramente cambiando su color según la orientación de las ventanas.
Anna Bach, nació en Nummi, Finlandia, en 1973 y es arquitecta por la Helsinki University of Technology, habiéndose graduado en el año 2001. Obtuvo luego su Máster en Teoría y Práctica del Proyecto de Arquitectura, en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, UPC, en el año 2014.
Actualmente es profesora asistente en el Taller Vertical de la ESARQ UIC, Barcelona, dirigido por Duncan Lewis y también profesora PDI de Taller Final de Proyecto en el EINA – Centro Universitario de Diseño y Arte de Barcelona, Universitat Autónoma de Bellaterra, Barcelona.
Junto con Eugeni Bach, fundó el estudio Anna & Eugeni Bach, que opera en un amplio espectro del diseño, desde el urbanismo y la arquitectura hasta el diseño de interiores y de objetos. Su trabajo se fundamenta en cuatro ramas: la profesional, la docente, la investigación y la actividad cultural. A través de la innovación y la investigación, el estudio trata de encontrar nuevas soluciones y alternativas para cada proyecto mediante la optimización tanto de los recursos naturales como los económicos, trabajando en equipo con el usuario final para asegurar la mejor síntesis de concepto, funcionalidad y belleza.
Anna ha sido premiada, entre otros, con el Premio FAD Internacional, el FAD obra efímera y el FAD de la Opinión en cuatro ocasiones. Así mismo, su obra ha sido expuesta en sedes como la Cité de l’Architecture de París o el Pabellón de España de la XV Bienal de Venecia.
Un reconocido proyecto realizado con su estudio en Barcelona son las Viviendas siete vidas.
El proyecto consiste en un pequeño bloque de tres viviendas mínimas en una parcela entre medianeras en pleno centro antiguo del barrio de Horta y, respondiendo al entorno urbano, el estudio desarrolló una propuesta que pertenezca al barrio y que conserve el carácter de esta zona tan característica de la ciudad, pero desde un lenguaje contemporáneo.
Así, la fachada que da a la calle está formada por elementos y proporciones habituales en el barrio: balcones, persianas, zócalos, estucos, etc.
La pequeña parcela permitió desarrollar únicamente una vivienda de 40 m2 por planta, y como respuesta a esta escasez de superficie, la propuesta fue aportar valor a las viviendas generando un espacio central que concentra escaleras, cocinas y baños, y permite liberar dos espacios exactamente iguales en ambas fachadas, dando frente uno a la calle y el otro al patio interior de manzana, de manera que las viviendas puedan ser utilizadas tanto en una situación tradicional o bien invirtiendo estas piezas en las fachadas opuestas, o presentando la oportunidad de establecer una vivienda compartida, a modo de piso de estudiantes, con dos situaciones simétricas.
Como se mencionó al principio del artículo, estamos atravesando tiempos de fuertes cambios en torno al rol de la mujer en la arquitectura y en muchas otras profesiones. Los presentados son tan solo algunos ejemplos de entre muchas otras profesionales arquitectas que contribuyen día a día con el crecimiento de nuestra disciplina, y conocer sus contribuciones no tiene desperdicio.