Un antiguo molino de Puglia convertido en una casa moderna
Viajamos a la región italiana de Puglia, en el corazón del valle de Itria, con un paisaje formado por olivos y vides, cuna de los mejores aceites italianos. Aquí se esconde esta maravillosa vivienda de líneas contemporáneas y con piscina, proyectada por los arquitectos Rosa Topputo y Alessio Tommasetti, de D’Arc Studio, en colaboración con Federica Grimaldi. La singularidad de esta casa radica en el lugar donde se levanta: sobre un palmento, un lugar que gira en torno a una almazara que data de 1875.
Desde el principio hubo un entendimiento perfecto entre el equipo de D’Arc Studio y los clientes que buscaban un concepto estético muy definido. Tenían claro que su casa debía responder a una puesta en escena que hablara de sencillez y del respeto por la historia del lugar. Junto con el color blanco y las conexiones con la naturaleza, estos serían los pilares de todo el proyecto. Como decíamos antes, la piedra de molino, una vieja almazara, es el eje en torno al cual se desarrollan todos los componentes de la obra. El espacio, enmarcado por una antigua bóveda de cal blanca típica de la tradición de Puglia, se funden hoy con las paredes contemporáneas de estuco blanco con las que se crea un juego métrico y cromático. La arquitectura de reciente factura establece hoy un vínculo estrecho con el pasado del lugar.
Los espacios comunes son amplios, impolutos, luminosos y casi desnudos. El escueto listado de muebles no se impone como protagonista del proyecto, sino como intervención discreta con el objetivo de crear un diálogo relajado con el entorno. Además se pretende ceder todo el protagonismo a la arquitectura que se debate entre el pasado y el presente. El salón cuenta solo con una pieza estrella: el sofá escultórico On The Rocks de Edra, un elemento de forma orgánica y sinuosa que se convierte en protagonista absoluto de toda la escena junto a la amplia cristalera que deja pasar la luz y colarse el propio paisaje en el interior.
El comedor está dominado por los tonos blancos, con una mesa impecable diseñada por D’Arc Studio y unas sillas de Vitra discretas y contemporáneas en la forma. Sin duda, un espacio sereno en el que el techo abovedado es la estrella indiscutible. A continuación se localiza la cocina, bajo una línea muy contemporánea, equipada con muebles inferiores de madera veteada y armarios altos en blanco para dar con una sensación más desahogada. Una vez más, diseños sin pretensiones y resaltando el nivel de los materiales y el diseño.
Rompiendo con la unidad cromática, en la casa también encontramos otras piezas con tonos muy llamativos, como el segundo sofá anaranjado, que recuerda a la tierra de los campos de Puglia; y otros elementos de hierro como estanterías sobre la pared que se alían con la tonalidad del viejo molino de aceite. En las áreas más privadas, habitaciones y cuartos de baño a la última, encontramos la misma tónica, respetando el equilibrio entre el pasado y el presente y buscando como hilo conductor los tonos arena en paredes, tejidos o muebles.
Y pasamos al jardín, proyectado por el paisajista Gianni Birardi, muestra también una simplicidad en las formas y el diseño, con preciosos olivos enmarcando la zona de las piscinas –una para mayores y otra para pequeños– . Este área de relax está pavimentada con una agradable tarima de madera lavada que añade un punto de confort extra.