La pareja creativa que demostró que el amor no está reñido con la productividad
Las parejas creativas pueden ser una auténtica bomba de relojería si los celos profesionales y la lucha de egos se interponen. Por eso, cuando una pareja de este tipo sale bien es una maravilla ver cómo el trabajo de uno y de otro se alimenta y enriquece mutuamente, incluso si sus campos de acción son diferentes. Es el caso del matrimonio formado por Antti y Vuokko Nurmesniemi. Él, diseñador de interiores que después ejercería también como diseñador gráfico e industrial, y ella, ceramista y diseñadora de moda y de tejidos, forman ya parte de la historia del diseño de Finlandia. Desarrollaron sus carreras entre las décadas de 1950 y 2000, y su trabajo es ahora objeto de una gran exposición en el Museo del Diseño de Helsinki, donde se puede apreciar el apoyo mutuo que se prestaron y la persecución de un diseño sostenible y de calidad.
Para Antti Nurmesniemi era importante diseñar los muebles como parte de lo que era un interior. Trabajó de forma muy cercana con distintos arquitectos a lo largo de su carrera. Especial interés tiene su decoración de la estación central de Helsinki, obra de Eliel Saarinen, que se restauró en los años setenta.
Por su parte Vuokko, que había trabajado para Marimekko, creó su propia empresa llamada Vuokko Oy en 1964, para la que Antti diseñó la imagen gráfica y las tiendas. Además de sus modelos y diseños de tejidos, la firma también produjo algunos de los muebles que Antti diseñó en los años setenta, la mayoría inspirados en los que creó para amueblar su propia casa-estudio en Kulosaari, construida en 1974. En los años ochenta también produjo muebles de jardín de metal recubierto de plástico, una técnica que se había usado antes para las bandejas de las neveras y que Antti recuperó para el diseño de los muebles de su terraza.
Laboratorio doméstico
La casa es una construcción totalmente abierta y sin ningún muro de carga ni tabique interior gracias a la estructura de armadura del techo. En la planta superior se encuentran los dormitorios y el salón, en la planta de la entrada están el recibidor y el comedor, y en la planta baja se hallan el estudio de Vuokko, la sauna y una piscina interior. Desde el salón hay un ventanal que da al estudio de Antti, que tiene una entrada separada. Todos los muebles fueron diseñados por él; algunos se produjeron, como el sofá modular de la colección Finlandia que editó Vilka Oy, y otros no pasaron de la fase de prototipo. Entre las piezas más interesantes está la silla Triennale usada en el comedor, que Antti diseñó para la Trienal de Milán de 1960 y la produjo primero Merivaara Oy y más tarde Piiroinen Oy. Los grandes ventanales de suelo a techo abren la casa también al exterior abrazando el paisaje en una total comunión con la naturaleza. n