Las paredes transparentes son la clave en este piso madrileño inspirado en el Movimiento Moderno
Para la reforma de este apartamento en el Paseo de las Delicias de Madrid, el estudio Plutarco decidió investigar en su origen. Por eso, al descubrir que se ubica en un edificio de 1920 se fijaron en los maestros de la arquitectura de esa época del Movimiento Moderno, Le Corbusier y Pierre Chareau, para la intervención. Es fácil verlo en su medido uso del color o en una utilización de los materiales, entre los que destacan las paredes de vidrio, tan funcional como inteligente y estética.
Según explican desde el propio estudio, fundado por Enrique Ventosa y Ana Arana, el apartamento de unos 100 metros cuadrados «inicialmente estaba muy compartimentado y con aspecto laberíntico». Con la reforma, unificaron algunas de las estancias y mantuvieron otras dejando como resultado dos dormitorios y un salón-comedor que dan al exterior y un pasillo y una cocina que dan a un patio de manzana. En toda la casa se ha fomentado la ventilación y luz cruzada. «La luz es un elemento clave de este proyecto», señalan.
Una de las cosas que más llama la atención es la gama cromática de toda la casa que, totalmente controlada, se inspira en Villa Savoye, el icónico edificio construido por Le Corbusier en 1929 a las afueras de París. La base se compone de blancos, cremas, grises y algo de negro mientras que los toques de color lo ponen los textiles, el mobiliario y la decoración. «En contraste con la caja neutra una grama de verdes azulados para la cocina, armarios y el microcemento del baño son los encargados de contrastar con el resto», explican desde Plutarco.
Además, también pueden encontrarse referencias a la Maison du verre, construida en París a finales de 1920 por Pierre Chareau, y su uso excepcional de los bloques de vidrio. Aquí estas paredes transparentes se convierten en una herramienta perfecta para dividir estancias y dejar pasar la luz tamizada entre el salón, el aseo y la cocina.
En el resto de la vivienda se ha apostado porque cada estancia cuenta con su propia peculiaridad. Así, la cocina fomenta la paleta de azules transversal en toda la casa mientras en el salón las paredes en un gris cálido van acorde al porcelánico del suelo. El dormitorio, por su parte, se ha ideado en un color beige y su suelo de madera de roble genera una sensación mucho más cálida.
Por otro lado, en cuanto al mobiliario, se han elegido piezas de los 60 y 70 que se mezclan con toques de actualidad y de iconos como Arne Jacobsen o Miquel Milá. «Siempre creemos que los toques contemporáneos son importantes para estar conectados con la actualidad», concluyen desde Plutarco.