La casa del Marqués de Villar, un palacio a la venta en Córdoba donde pudo estar la morada de Séneca
El ladrillo desnudo de su imponente fachada hace pasar desapercibida la suntuosidad con la que deslumbró antaño. Pese al transcurrir de los siglos, y al deficiente estado de conservación, la construcción no deja impasible por la gran superficie que ocupa, por el sitio en el que se encuentra y, si se conoce, por la historia que han vivido sus descamados muros.
El inmueble en cuestión es la denominada Casa del Marqués de Villar, también conocida como Casas del Marqués de Quintana, que se yergue en la plaza Séneca, al final de la calle Ambrosio de Morales, antes Cuesta de San Benito. Este palacio, que data del siglo XVII, ocupa, según apunta Ramírez de Arellano en ‘Paseos por Córdoba’, el lugar en el que pudo encontrarse la mansión patricia en la que pudo vivir el filósofo Séneca, si bien no existen documentos que lo acrediten.
Hay escritos que señalan que este palacete perteneció al citado Marqués de Villar, caballero del linaje de Saavedra, familia que, según recuerda Manuel Ramos Gil en ‘Casas señoriales de Córdoba’, estuvo presente en la ciudad desde la misma Reconquista.
El pasado de esta mansión cuenta un macabro episodio: el asesinato de don Juan Pérez de Saavedra, que, según relata Ramírez de Arellano, murió a las puertas del palacio, tras recibir varias ‘estocadas’ el 13 de abril de 1717, tras verse involucrado en una discusión entre algunos toreros y unos esclavos negros, entre los que se encontraba uno del marqués del Villar.
No obstante, Ramos Gil considera que esta casa no fue la solariega del citado noble, «sino que las mismas se encontrarían situadas en la otra acera de la calle, y que posteriormente quedaron integradas, al menos en parte, en las casas del morada del arcediano de Pedroche, Medina y Corella, sucediendo en ellas, el conde de Zamora de Riofrío, y, terminando sus días como mansión nobiliaria en el patrimonio del marqués de Escolanias».
El terreno del palacio tiene 710 metros cuadrados de superficie de solar, y 1.132 los construidos. Presenta una portada en dintel de piedra sobre la que se abre un balcón. «Quedan restos de los escudos nobiliarios hoy destruidos a base de picota», explica ‘Casas señoriales de Córdoba’. De su interior destaca un patio claustrado, cuyas arquerías fueron pintadas imitando el dovelaje de los arcos de la Mezquita.
Son varios los portales inmobiliarios en los que aparece en venta. Catalogado como Bien Protegido del Conjunto Histórico de Córdoba, está disponible por 1,9 millones de euros.