Abacus. Una mesa flexible de que rompe los esquemas
El diseño de opuestos de Pierre-Emmanuel Vandeputte
El trabajo de Pierre-Emmanuel Vandeputte interpola una exploración de la objetualidad a través de la reinterpretación de las contingencias formales surgidas entre opuestos: lo blando y lo duro, lo frágil y lo robusto, lo efímero y lo eterno… Pero también en torno a diferentes materiales como el vidrio, el metal, las resinas o la madera. De este modo, su obra se caracteriza por un imperativo surrealista un tanto naíf, combinado con funcionalismo evidente, arraigado en la tradición creativa del diseño belga.
Su porfolio es enigmático, desafía aquello que consideramos evidente para cambiar hábitos y percepciones. De hecho, sus diseños pueden considerarse un símbolo de reformulación de lo mundano; de perseguir la originalidad en lo más anodino. Sin embargo, su práctica parece una huida hacia delante, ya que, a pesar de enfatizar la necesidad de rescatar útiles cotidianos, resuelve sus productos con un alto grado de sofisticación técnica al tiempo que utiliza materiales nobles de elevado coste en el mercado.
La mesa flexible Abacus
A primera vista, Abacus es una mesa que agrega una estructura de acero galvanizado a unas tapas de tamaño medio, colmatadas en tonos oscuros. No obstante, dichos tableros se deslizan y se mueven sin restricciones, permitiendo al usuario la libertad de aplicar la flexibilidad de la pieza dependiendo de las necesidades que imperen en cada momento. A medida que desaparecen las placas, el armazón se revela y se convierte en un elemento gráfico que toma consistencia en el lugar donde se inserta. Un objeto que se compone y se descompone lúdicamente: ese es su mayor éxito.
Esta colección se concibe como un diálogo entre diversos detalles del espacio urbano. Con ella, Vandeputte reflexiona sobre la relación existente entre la anatomía humana y el mobiliario asociado a los conceptos de ocio y entretenimiento; especialmente sobre aquellos en los que interviene directamente nuestro cuerpo y que pertenecen a nuestras rutinas y prácticas colectivas: sillas, vallados, cestas, tapas… Además, las distintas gamas de color también aluden directamente a esta simbiosis.
Los contornos que se derivan —el ensamblaje entre un atril metálico y una repisa rígida—, reexaminan los estereotipos relacionados con las convenciones sociales y las costumbres en el uso de los muebles. Y es en esta materialidad donde se evidencia el proceso de trabajo de Pierre-Emmanuel Vandeputte: uno que hace igualmente palpable la tensión entre materia y forma.
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Su atelier se emplaza en Zaventem, Bruselas.
Su práctica creativa tiene origen en el año 2016.