Claves para conseguir una decoración ‘mid-century’, el estilo que jamás pasará de moda
El estilo mid-century es uno de los más aclamados y deseados en el mundo del interiorismo. Pese al paso de los años sigue siendo moderno, actual y elegante, y al mismo tiempo fácil de combinar con cualquier estética más ecléctica y contemporánea. En definitiva, es un estilo atemporal y equilibrado que no entiende de opulencia y redundancia, y por es imposible no cae rendido a sus pies.
Qué es el estilo mid-century
El término mid-century hace referencia a la mitad del siglo XX (años 50) y surgió de la necesidad de innovar tras una época tan devastadora como fue la de la II Guerra Mundial. Este estilo comenzó a florecer tanto en arquitectura, en interiorismo y en diseño, buscando unos objetivos muy claros: la funcionalidad de los objetos y los acabados sencillos en los que predominan las formas geométricas. Elegancia sencilla, básicamente. Nombres como Le Corbusier o Mies Van Der Rohe, entre otros, fueron los precursores de esta nueva estética cuando emigraron a Estados Unidos y se llevaron consigo las ideas de la Bauhaus.
Qué materiales usar para adoptar el estilo mid-century
Como ya hemos mencionado, el mid-century es, ante todo, sencillez y función. Por eso, la paleta de colores también lo es: apostar por el blanco y los acromáticos en las paredes es la clave para luego combinarlos con un toque de latón (eso sí, en su versión mate) y madera, mucha madera.
Una combinación perfecta: en cuanto a paredes, partimos de revestimientos blancos puros pero con textura que dan luminosidad al espacio. Para los accesorios, el latón no falla, y más si es mate o con acabado satinado. ¿El suelo? Un parquet con fuerza y estampado geométrico para resaltar los elementos de madera. Y, finalmente, los textiles: terciopelo para equilibrar y que dé un carácter antiguo y elegante.