Un piso sobrio y moderno con vistas al parque del Retiro

adminfebrero 1, 2023

El edificio de esta vivienda en Madrid es un paradigma de la noble arquitectura residencial del barrio de Los Jerónimos –en el que se enclava– en las postrimerías del siglo XIX: zócalos de granito, cimentaciones y muros de ladrillo tosco sin revestir, detalles de fachada muy simplificados… La casa había estado abandonada durante años y ha sido el estudio de arquitectura Enguita & Lasso de la Vega el encargado de rehabilitarla. Ellos han sabido trasladar a los interiores aquella filosofía de extrema sobriedad gracias a un planteamiento conservacionista. La necesidad de adaptar el proyecto a un modelo actualizado hizo que se modificase la obsoleta distribución original. «Nuestro principal objetivo –comentan los arquitectos– fue recuperar el maravilloso espacio de salas encadenadas paralelas a la fachada, con vistas al parque de El Retiro, y acondicionarlas al modo de vida de sus moradores, que, sin niños entonces, desearon planificar la casa para futuros hijos».

un piso sobrio y moderno con vistas al parque del retiro

En el estudio de la propietaria se expone la obra fotográfica en blanco y negro de dos mujeres artistas. A la izquierda, una fotografía film still de Cindy Sherman y a la derecha, la serie Lord Byron died, seis imágenes firmadas por Tacita Dean que fueron adquiridas en la galería La Caja Negra.

Montse Garriga

Desde aquí se divisa al fondo el comedor, amueblado con mesa y sillas de los Eames, en Vitra.

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En la antelasa al despacho, una pareja de sillas Panton, en Vitra, y la famosa mesa E-1027, firmada por Eileen Gray y editada por ClassiCon, se enfrentan a otro icono, una butaca Barcelona en cuero negro, de Mies Van Der Rohe, que produce Knoll. En la pared, luce solitaria la obra Por Timor, de Narelle Jubelin. El estudio se ha equipado también con mobiliario de autor: la mesa, firmada por los Eames, en Vitra, y sillas Cesca, de Marcel Breuer para Knoll.

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La sucesión de balcones a lo largo de las estancias concatenadas llena la casa de luz y de unas impagables vistas del retiro

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Para iluminar el conjunto, lámpara de pie de Jasper Morrison; junto a ella, mesa Oteiza, de Luis Enguita.

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El sofá y la chaise longue, de Matteograssi, procedentes de Mairea, forman un ángulo recto frente a la fachada. La mesa de centro es el diseño Elliptical, del matrimonio Eames, editado por Vitra. Sobre él, libros dispuestos en conjuntos ordenados, casi escultóricos, al igual que los que se apilan en el suelo. Acompañan al mobiliario un dibujo de José María Sicilia y, en la otra página, un cuadro de Lawrence Weiner.

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Poderoso foco de atracción en el salón principal. La instalación del artista alemán Günther Förg, en la galería Heinrich Ehrhardt, consistente en un gran panel naranja con una fotografía en b/n del interior de Villa Malaparte, en Capri, convierte la pared en un gran ventanal con el que se cierra el recorrido iniciado en la primera sala.

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En el muro contiguo, una librería volada que se compró en Vinçon.

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El otro gran desafío de la reforma fue dar cabida a la magnífica colección de arte contemporáneo de los propietarios de forma que las obras se convirtiesen en protagonistas del espacio. Todas y cada una de las estancias, desde el salón a la cocina y los dormitorios, sirven como escenario expositivo para una muestra multidisciplinar donde las piezas de pintura, escultura, fotografía y diseño se exhiben en habitaciones diáfanas y luminosas, de paredes y techos blancos, y bello suelo de madera en espiga. La idea era crear una caja inmaculada de ambientes semivacíos que pusiera en valor tanto la arquitectura como el contenido. Son superficies limpias de ruido ornamental que, sin embargo, no restan en ningún momento valor a la vivienda como un hábitat extremadamente acogedor.

La mesa de Rimadesio está adornada con una ensaladera de la firma Joseph Joseph. A ambos lados, coloristas obras en papel de Stefan Hirsig compradas en la galería Heinrich Ehrhardt.

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Las sillas Panton en diferentes tonos rompen el blanco dominante en torno a la mesa del office.

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La cocina, con muebles de Santos, también es espacio para el arte. Destacan el cartel de Franz West y Red day, pieza hecha con teselas firmada por Xavi Muñoz. Sobre la placa, un alegre conjunto de cuencos –el rojo es de la firma Rosti Mepal–.

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En el dormitorio principal, la composición Lluvia de estrellas, de Hubert Kiecol, «cae» sobre el cabecero de la cama, vestida con ropa de Zara Home y manta de Sybilla. Las mesillas, de los Eames, en Vitra, acogen flexos de DomésticoShop. La silla, de Mies van der Rohe, se compró en Mairea.

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El cuadro de Tobias Rehberger recuerda un jardín del paisajista Roberto Burle Marx. En verde y amarillo, preside el cuarto infantil, con cuna de Stokke.

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Ideas de los arquitectos: Enguita & Lasso de la Vega

– Restauración. Para conservar en el interior el espíritu austero y elegante de la arquitectura original, se optó por recuperar los suelos de madera y carpinterías de toda la casa, así como las molduras, que se simplificaron con el fin de definir los techos de cada sala. Los muros se pintaron con temple blanco.

– Método expositivo. Siguiendo criterios museográficos, las obras de arte se ubican de forma coherente distribuyendo los grupos por estancias. En cada una se acompañan de muebles emblemáticos del siglo XX, con los que entablan un contenido diálogo.

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Realización: Loreto López-Quesada

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