confort de coche en el salón de casa

A pesar de que cada diseñador termina eligiendo una especialidad de manera natural, el diseño en sí mismo es una disciplina que no conoce límites. E independientemente del objeto a diseñar, se observan siempre unas prácticas comunes, lo cual permite a estos profesionales probar su valía (o satisfacer su curiosidad) en otras ramas alejadas de ‘la suya’.

A Ian Callum todos lo conocemos como diseñador de automóviles. En su portfolio figuran, no en vano, auténticas joyas para la vista (y para el resto de sentidos) como los Aston Martin Vanquish, Vantage y DB9 o el Jaguar F-Type. Pero eso no le ha impedido, como decíamos antes, experimentar con otras facetas de su profesión.

Ahora y a través de su estudio Callum Design, el creativo británico presenta la ‘Callum Lounge Chair’. Un objeto, un sillón, que no tiene ruedas en ninguna parte, pero que de una cierta manera delata la pasión por los coches de su autor.

Postura de carreras

La primera prueba la tenemos en su aspecto general. Basándose en un formato de sillón individual con escabel aparte, podemos apreciar que ambas piezas se alejan de cualquier esquema típico al adoptar una estética más similar al asiento de un coche deportivo.

Callum Design

De hecho, la curvatura y la inclinación del sillón prometen dejarnos en una postura ideal para entregarnos a la conducción espirituosa. Claro que, al no tener un volante frente a nosotros, también es un acomodo perfecto para leer, escuchar música o perdernos en nuestros pensamientos.

Otro rasgo típico en los supercoches de hoy que se traslada a este sillón es la fibra de carbono, material que compone su estructura principal. Sobre la misma se asientan las chapas de madera de eucalipto ahumada que recogen las partes acolchadas y tapizadas en cuero de alta calidad.

Callum Design

El mismo Ian Callum afirma que esta Lounge Chair comenzó como un simple esbozo inspirado en el icónico sillón Eames de 1956 y que, dado el interés que ha suscitado, ha dado luz verde a su venta en una tirada limitadísima a sólo 50 ejemplares para todo el mundo. Y en referencia a su currículum automotriz, añade: «Aunque el mobiliario permite flexibilidades en el diseño que están prohibidas en los coches, sigues teniendo que equilibrar la ergonomía, la antropometría y el confort».