Corroboran lo que tanto se temía del coche de Michael Schumacher
Michael Schumacher no solo se convirtió en uno de los pilotos más destacados en la historia del automovilismo, también fue el protagonista de uno de los misterios mejor guardados sobre uno de los coches más especiales en la historia de los motores. Sigue leyendo…
A pesar del ruego de millones de fanáticos alrededor del mundo, la familia de Michael Schumacher sigue sin dar pistas sobre el estado de salud del expiloto alemán. El campeón por cinco veces consecutivas con la escudería Ferrari sufrió un accidente en los Alpes franceses en el 2013 y desde entonces permanece postrado en una cama… o eso es lo único que se sabe.
A este cerco informativo al que ha recurrido la familia del ‘Kaiser’ se le coló una información que reveló el destino de uno de los coches del heptacampeón mundial. Y es que el alemán además de ser un as sobre las pistas, también era un número 1 a la hora de elegir coches para su colección privada que guardaba con mucho mimo en sus distintas mansiones por Europa.
El modelo más especial con que se hizo fue el Bugatti EB 110 SS, un superdeportivo de color amarillo del que solo se llegaron a fabricar 31 unidades. Desde la firma francesa quisieron rendir honores en el 110 de aniversario del creador de la marca, Ettore Bugatti, y la mejor forma de homenajear a un amante de los coches fue precisamente fabricando uno que llevara su nombre.
Schumacher pagó la friolera cantidad de 1 millón de euros para hacerse con este modelo con motor V12 de 3.5 litros con la autoridad de generar 348 kilómetros por hora. Sin embargo, y tan solo 4 mil kilómetros después de rodaje, el expiloto decidió ponerlo en venta por un precio bastante inferior del que pagó en un principio. Fuentes aseguran que lo terminó tasando en 600 mil euros.
Y la razón por la que el padre de Mick Schumacher se habría deshecho de este coche fue por la dificultad que encontró para su manejo. Acostumbrado a la dinámica de los Ferrari y Mercedes, a Schumacher no gustó lo hecho por los ingenieros de Bugatti y prefirió dejarlo en venta que guardarlo en su cochera bajo una capa de polvo.