Desde Docomomo no solo impulsamos el reconocimiento del movimiento moderno, sino que vendemos arquitectura

Desde Docomomo no solo impulsamos el reconocimiento del movimiento moderno, sino que vendemos arquitectura



Entrevista a Celestino Garca Braa, presidente de la Fundacin Docomomo Ibrico

Joan-Llus Zamora, director del Comit Tcnico de iARQCO. Transcripcin y edicin: Jos Luis Pars

30/08/2022

La arquitectura del movimiento moderno comprende corrientes arquitectnicas desarrolladas principalmente desde la dcada de los aos 20 a los aos 70 del siglo XX. Muchas de estas obras ya forman parte del patrimonio cultural, gracias a la labor de la Fundacin Docomomo Ibrico, centro de Documentacin y Conservacin de la Arquitectura y el Urbanismo del Movimiento Moderno. Hemos hablado con Celestino Garca Braa, su Presidente, para que nos explique la labor y objetivos de esta fundacin.

Cundo y por qu surge Docomomo, qu vaco pretende llenar?

Docomomo surge de una iniciativa de profesores de la escuela de arquitectura de Delft (Pases Bajos) que percibieron que algunos edificios significativos de aquello que se llam arquitectura del movimiento moderno empezaban a tener problemas de subsistencia, a veces total y otras parcial en la medida que la cotidianeidad amenazaba con destruir alguna de sus caractersticas significativas.

Se puso en marcha entonces esta ONG, Documentacin y Conservacin de la Arquitectura del Movimiento Moderno, Docomomo. Este movimiento lleg a Espaa a travs de la Fundacin Mies Van der Rohe y desde aqu se empez a estudiar la posibilidad de crear una seccin espaola. Se establecieron unos contactos con el CSCAE y la idea fue bien recibida, decidiendo apoyar esta iniciativa. Algunos colegios de arquitectos decidieron apoyar esta iniciativa junto con otras instituciones como el Instituto Andaluz del Patrimonio Histrico, la Fundacin Arquia y la Ordem dos Arquitectos de Portugal. En septiembre de 1993, en el Pabelln Mies Van der Rohe de Barcelona se juntaron los responsables de estas instituciones y la propia Fundacin Mies van der Rohe, donde se decidi poner en marcha este grupo, que naca como Docomomo Ibrico con el afn de proteger estos edificios de las amenazas que pudieran cernirse sobre ellos, que tambin empezaban a notarse en Espaa.

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Gimnasio del Colegio Maravillas, 1960-1962. Alejandro de la Sota Martnez.Madrid.

https://docomomoiberico.com/edificios/gimnasio-del-colegio-maravillas/. Foto: Jos Hevia/Fundacin DOCOMOMO Ibrico.

Cules eran estas amenazas?

Respondan a diversos motivos. El ms perceptible era su nueva situacin urbana debida al crecimiento de las ciudades. Un edificio de estas caractersticas no se construa en los sitios de centralidad, junto a una catedral o en una plaza mayor. Sin embargo, result que esas periferias, pasado el tiempo, comenzaron a ser tambin centralidades, y surgi una presin urbanstica por derribar estos edificios sustituirlos por otros. Muchos de ellos eran fbricas que ocupaban grandes solares y su transformacin en espacio edificable residencial o comercial haca aumentar su valor urbanstico.

Tambin se empezaba a percibir, a posteriori, que estos edificios venan definidos en su origen por unos principios de experimentacin constructiva. Los arquitectos de aquella poca se lanzaron a utilizar el hormign, el acero y el vidrio con mucho entusiasmo, pero quizs no con suficientes conocimientos tcnicos sobre su comportamiento a largo plazo; ello tambin fue compartido por parte de la industria que aportaba lo que era en la poca. Al cabo de 30 o 40 aos de su construccin, afloraban las correspondientes patologas, desperfectos y obsolescencias. Tambin sus instalaciones empezaron a sufrir problemas de mantenimiento. Lo que afectaba a su subsistencia. Todo llevaba, por tanto, a una disminucin en su apreciacin cultural y arquitectnica por parte de la sociedad y las administraciones.

Han pasado 30 aos desde ese inicio de Docomomo, de esa primera muralla de contencin para proteger ese patrimonio reciente de una arquitectura no tan cannica segn la historia del arte, sino ms tcnica o sociolgica de la historia reciente. En qu fase nos encontraramos ahora?

El primer resultado escrito del trabajo de Docomomo Ibrico se dio a conocer en la reunin de UIA de 1996, celebrada en Barcelona, con la presentacin de un registro en forma de libro que recoga 156 edificios. Enseguida nos dimos cuenta de que esa cifra no reflejaba en absoluto la realidad presencial de estos edificios, que nosotros queramos reivindicar como patrimonio para promover su permanencia. Eso dio pie a crear unos registros, que nos permita trabajar ms fcilmente para trocear ese patrimonio en base a tres tipologas: industria, vivienda y equipamientos.

Al cabo de diez aos, habamos manejado ms de 3.000 construcciones y llegamos a la conclusin de que 1.856, en una divisin de grupos A, B y C, podan considerarse edificios de primera categora. El panorama ya era muy diferente. Pudimos concretar un patrimonio perfectamente conocido y cuantificable, cuyas circunstancias pueden ser abordadas razonablemente por las administraciones responsables.

Qu descubrimientos se hicieron a partir de esta labor de catalogacin?

La labor que hicimos de clasificacin nos permiti, desde un punto de vista social y cultural, establecer las estrategias primeras para su conservacin. Los ayuntamientos y las administraciones podan ahora reconocer su patrimonio arquitectnico moderno, y los historiadores y la crtica de arquitectura tomaban consciencia de que ste era mucho ms rico de lo esperado.

En ese momento solo unos pocos trabajos haban emprendido la tarea pionera de historiografiar estos edificios y, enseguida, se vieron superados. Hasta entonces, el conocimiento que se tena del patrimonio moderno reconocido se centraba en Catalunya, algo en el Pas Vasco de la mano de la industria, en Madrid, en los edificios vinculados al -conocido como el racionalismo madrileo- y, en Andaluca, con algn trabajo muy significativo, y poco ms. De la labor de investigacin y documentacin que puso en marcha Docomomo Ibrico, gracias a la inestimable labor de su Comisin Tcnica, empezaron a destacar arquitectos poco reconocidos hasta entonces pero que se revelaron como creadores de arquitecturas de gran valor, como lvarez Castelao, arquitecto asturiano que haba hecho trabajos fantsticos para centrales hidroelctricas verdaderamente fantsticos, Xos Bar Boo en Galicia, Juan Antonio Garca Solera en la Comunidad Valenciana o Gabriel Lupiez en Andaluca, por citar algunos. Similar fue el caso de Vaquero Palacios, otro gran arquitecto que, por su condicin de asturiano, haba empezado a hacer obras significativas en Oviedo y que tambin haba trabajado para Hidroelctrica del Cantbrico. Sus arquitecturas deslumbraron porque eran arquitectos innovadores.

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Central Hidrulica de Proaza, 1964-1968. Joaqun Vaquero Palacios.Proaza (Principado de Asturias).

https://docomomoiberico.com/edificios/central-hidraulica-de-proaza/. Foto: Luis Argelles/Fundacin DOCOMOMO Ibrico.

Cmo consigui Docomomo implicar a las administraciones en la conservacin de este patrimonio?

Con el Ministerio de Fomento de la poca hicimos un primer registro centrado en arquitectura industrial, que sac a la luz muchos edificios. Ms adelante hicimos el registro de la vivienda y una exposicin correspondiente en el Ministerio y un par de aos despus hicimos otro dedicado a los equipamientos. Tanto el primero como el segundo dieron pie a exposiciones en los Nuevos Ministerios en Madrid, que luego viajaron por toda Espaa.

Ya tenamos un panorama de 1.856 edificios registrados, pero quedaba una tarea importante, hacer la crtica sobre ellos, situarlos en el panorama de la arquitectura espaola, europea y mundial. Aqu se produjeron grandes sorpresas, no solo por parte de Docomomo. Estudiosos y crticos de la arquitectura, como William Curtis y KennethFramptom descubren, por ejemplo, a Alejandro de la Sota, con actos de reconocimiento en Harvard y en Londres, con un eco importante, y alrededor de una exposicin divulgativa de su obra.

Esa arquitectura empieza a sentirse e interpretarse en el panorama europeo con una valorizacin que hasta ese momento era inusitada. Pasamos de aquellos 156 edificios primeros de 1996 a multiplicar por algo ms de 10 veces el nmero de edificios de calidad que deban ser protegidos.

El siguiente salto significativo se produce en 2014. El Ministerio de Cultura vena promoviendo unos planes de proteccin de catedrales, dedicados a conventos y monasterios y tambin de castillos, de arquitectura industrial y arquitectura popular. A esa estrategia de proteccin de patrimonio se incorpora la arquitectura del movimiento moderno. As, en el Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio Cultural del siglo XX, se introduce el apartado de arquitectura moderna al que se incorporan 256 edificios del Registro Docomomo Ibrico. De repente, contbamos con el reconocimiento de la proteccin de la arquitectura del movimiento moderno. Desde ese momento, puede decirse que una central hidroelctrica tiene tanta importancia cultural y arquitectnica como una catedral. Se haba conquistado para el patrimonio cultural y arquitectnico esa etapa de los aos 25 a 65, del siglo XX, para situarlo a la altura de cualquier otro edificio que hubiera merecido la atencin en las grandes historias de la arquitectura. El panorama haba cambiado radicalmente.

Posteriormente, se ampli el listado Docomomo Ibrico hasta el ao 1975. Desde entonces son 2.419 los edificios del periodo 25-75 que Docomomo Ibrico propone que alcancen la proteccin que los salvaguardara.

El esfuerzo haba valido la pena porque se encontr una administracin pblica receptiva. El ao pasado estuve en Asturias, en las zonas de montaa, ms de tierra adentro, donde hay obra hidroelctrica importante y me di cuenta de este cambio de paradigma y que la gente del lugar empezaba a valorarlo, incluso como atractivo turstico.

La gente que viaja y se interesa por la arquitectura empieza tambin a interesarse por esto. En Asturias hay actualmenterutas tursticas que recorren sus centrales hidroelctricas.

Ahora aparece un segundo reto, dar unos usos a este patrimonio, tanto desde el mbito pblico como privado. En la vuelta a poner en valor estos edificios hay un reto para el promotor pero tambin un reto tcnico para el arquitecto en su restauracin. Ser necesario investigar cmo se conservan las tecnologas que se empleaban en el momento de la construccin de estos edificios.

S, este es un problema muy real, al que se aade otro, que es que en la rehabilitacin de estos edificios se plantean ciertas dificultades especficas. El Cdigo Tcnico de la Edificacin garantiza unas prestaciones indispensables, pero impone unas exigencias que a menudo chocan con las caractersticas arquitectnicas de estos edificios.

Por ejemplo, en edificios de ladrillo que no cumplen las actuales prestaciones de aislamiento trmico, la solucin ms eficaz y usual es envolverlo con o similar. Eso anula la materialidad del ladrillo y arruina la visin y posible excelencia patrimonial del edificio. La estrategia de rehabilitacin adecuada pasa pues por encontrar la compatibilizacin entre las exigencias actuales del CTE y las de la conservacin de las cualidades arquitectnicas originales.

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Casa Cela, 1961. Antonio Corrales Gutirrez y Ramn Vzquez Molezn.Palma de Mallorca.

https://docomomoiberico.com/edificios/casa-cela/. Foto: Jos Hevia/Fundacin DOCOMOMO Ibrico.

En este sentido, hemos llevado a cabo algn trabajo con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y el Instituto Torroja del CSIC, con la Escuela de Arquitectura de Valladolid y con el Instituto Andaluz de Patrimonio Histrico. De esta colaboracin, hemos estudiado alguna casustica y hemos podido comprobar que, con una dosis de ante lo que parecan supuestas barreras tcnicas insalvables es posible encontrar alternativas y soluciones de tal modo que la calidad arquitectnica se mantenga y se cumplan las exigencias actuales del CTE.

Qu otros problemas son recurrentes?

El ms importante es salvar la ‘pereza’ de las administraciones. No encontraremos poltico al uso que no presuma de sus edificios modernos, pero cuando acudimos a los registros de edificios declarados BIC de las comunidades autnomas y preguntamos dnde estn reconocidos los edificios del movimiento moderno, nos encontramos con que existen escasos registros y en pocas comunidades. Algunas, incluso, no quieren ni or hablar del tema. Y cuando acudimos a los ayuntamientos nos ocurre algo parecido. Es decir, las dos administraciones que por legislacin tienen adjudicada la responsabilidad frente al patrimonio plantean muy pocos ejemplos de labor continuada y sensible.

Est claro que es algo que no se puede resolver de la noche a la maana, pero se echan en falta estrategias responsables que definan horizontes claros.

Para las administraciones pblicas, el patrimonio sigue siendo una patata caliente, algo urgente pero no de fondo. Sin embargo, en la opinin pblica el mensaje s est calando. En emisoras de radio y medios generales estos edificios cada vez tienen ms presencia y reconocimiento.

Tal vez habra que pasar a una segunda etapa en la que, si de estos 2.419 edificios reconocidos algunos ya vuelven a estar en funcionamiento tras su rehabilitacin, tendramos una pequea reserva de casos de xito, donde promotores, administracin y usuarios hayan visto satisfechos sus intereses, que sera interesante divulgar en un win-win colectivo.

Un termmetro significativo estupendo de esta tendencia es que algunas inmobiliarias ya estn valorando la condicin patrimonial de los edificios. Eso significa que, efectivamente, todos ganan: el edificio, la propiedad -sea pblica o privada- y tambin la dimensin cultural de las personas, que descubrimos un mundo insospechado, porque no nos podamos imaginar que, con el hormign, el acero y el vidrio, se podran lograr edificios tan deslumbrantes como los del pasado. Es una realidad.

A veces, en este mundo de lo moderno tambin se produce una suerte de talibanismo que hay que superar. Desde los aos 60 hemos aprendido que se puede intervenir en los desde pticas hemos aprendido con arquitectos como Carlo Scarpa, Sverre Fehn o Peter Zumthor que era posible intervenir imaginativamente en los edificios histricos; y yo planteo que esta imaginacin, esta inventiva y esta reflexin tiene que producirse del mismo modo sobre los edificios modernos. Y digo esto porque hay opiniones muy severas en contra de este planteamiento. Este conservadurismo no lleva a buenos resultados.

Est claro que en todos los mbitos hay que hacer algunas concesiones a la actualidad y a la nueva tecnologa en materiales y soluciones. El sector se va a encontrar con grandes retos, como el energtico o el de la sostenibilidad. Uno de ellos es volver a aprender cmo se hacan esos edificios de los aos 50 y 60 del siglo XX para disponer de medios tcnicos para rehabilitarlos. Por poner un ejemplo, ltimamente busqu cmo rehabilitar un falso techo Staff. Prcticamente no encontr a nadie en Barcelona que supiera lo que era ni cmo se arreglaba, cuando eso era lo nico que exista en los aos 60.

En la rehabilitacin de la fbrica Van Nelle, en Rotterdam, uno de los temas delicados fue el de los vidrios. Cuando se construy en los aos 30, los vidrios eran muy elementales, casi cristalinas, vibraban de una determinada manera. En los aos 90 se los vidrios de ese momento y se comprob que no funcionaban igual, se haba perdido con el cambio una ligereza y una atmsfera Se tuvo que hacer una investigacin sobre vidrios para ver de qu modo se poda salvar aquella caracterstica, inicial, porque era muy importante que aquellas grandes superficies vidriadas no perdieran la vida propia que tenan. Esto implica un desafo a la industria y a los tcnicos para intentar responder a estas circunstancias, que van surgiendo a medida que se recorre el camino, como trampas que tratan de aprisionar y de dar razn a aquellos que defienden el conservadurismo.

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Casa Ugalde, 1951-1952. Jos Antonio Coderch de Sentmenat y Manuel Valls Vergs. Caldes dEstrach (Barcelona).

https://docomomoiberico.com/edificios/casa-ugalde-2/. Foto: Jos Hevia/Fundacin DOCOMOMO Ibrico.

Volviendo un poco al principio, has comentado que la iniciativa del Docomomo surgi de la Universidad Tcnica de Delft, por lo que imagino que debe existir una red Docomomo Europea e, incluso, Mundial.

S, nosotros somos Docomomo Ibrico porque se tuvo en aquel momento fundacional la feliz idea de unir el trabajo de Portugal y Espaa. En Europa, todos los pases tienen ya su propio Docomomo, y en Latinoamrica, desde Mxico a Brasil, Argentina tambin hay numerosos grupos locales adheridos. Ahora estn proliferando tambin en Oriente. De hecho, existe la organizacin Docomomo Internacional, que agrupa todos los Docomomos territoriales y edita su propia revista, tuvo su sede hasta hace muy poco tuvo la sede en Lisboa. Ahora ha regresado de nuevo a Delft. El ltimo congreso Docomomo fue en Japn, pero tambin se han celebrado muchos, en Corea, Lisboa o Ljubliana, por mencionar algunos. Este mes de Septiembre se celebrar su 17 edicin en Valencia.

S es cierto que ninguno funciona como Docomomo Ibrico, aqu vamos por el 12 Congreso, y lo promovemos cada dos aos. Tenemos ya una buena cantidad de publicaciones y registros, y una nueva pgina web que invito a visitar (www.docomomoiberico.com).

La incorporacin de alguno de estos edificios del movimiento moderno al Plan Nacional de Proteccin del Patrimonio Cultural del siglo XX tambin es singular. Esto se debe al apoyo de los Colegios de Arquitectos, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histrico, la Fundacin Mies van der Rohe, la Fundacin Arquia y las escuelas de arquitectura porque estas cosas no son gratis. Hay una cuota anual que paga cada uno de los patronos que es el nutriente bsico de nuestro funcionamiento. Recientemente se han incorporado tambin a algunas Escuelas de Arquitectura, un impulso muy importante, porque tiene la dimensin de trasladar estos temas a la formacin de los futuros arquitectos y nos lleva a pensar que cuando terminamos nuestros estudios apenas conocamos algo que tenamos tan cerca de casa.

Esto es muy importante para comprender de dnde venimos. La arquitectura espaola es hoy muy respetada en el mbito internacional y buena parte se debe a que los arquitectos actuales estudiamos con los maestros del movimiento moderno, Fernndez del Amo, Jos Antonio Corrales y Ramn Vzquez Molezn, Alejandro de la Sota, Miguel Fisac, y tantos otros. Es una cadena que va dando sus frutos y se imbrica en las profundidades de lo arquitectnico, porque estas cosas no surgen de la noche a la maana.

Como comentabas, habis confeccionado una nueva pgina web que recoge todos los edificios catalogados como movimiento moderno.

S, en mi opinin, una de las mejores pginas de arquitectura del momento. Estn referenciados y geolocalizados los 2.419 edificios, con informacin grfica de calidad que renovamos y mejoramos continuamente. Recoge la mayora de las tesis doctorales que se han publicado sobre el tema y que se pueden consultar. Se estn incorporando tambin exposiciones, mapas temticos y lneas de tiempo.

Pretendemos desde DOCOMOMO sacar la arquitectura del movimiento moderno de los crculos restringidos de los especialistas y llevarla al comn denominador, dando cuenta de todo lo cientficamente reseable, pero al mismo tiempo atrayendo a nuevos pblicos. Tambin tenemos el objetivo que sea una inyeccin de cultura moderna, porque tras una iglesia, una fbrica, un colegio o un edificio cultural o deportivo que nos pueda fascinar vienen las preguntas y cambia la percepcin de nuestro entorno, o de nuestra ciudad, ms actualizada y, quizs, ms gozosa.

A veces nos pensamos que solo hay vida arquitectnica en los cascos viejos de las ciudades, pero incluso esa central hidroelctrica citada que est en una montaa tiene importancia.

Tenemos convenios con diferentes instituciones, con los que organizamos rutas de arquitectura moderna. Esto es posible porque, en Docomomo Ibrico, tenemos documentacin y conocimiento y porque los edificios estn perfectamente localizados. Con todo ello, afortunadamente, la sensibilidad cultural popular tambin se va ensanchando.

Recuerdo que cuando hacamos los registros, alguien pregunt en ese momento, cuando ya sabamos los edificios del patrimonio del movimiento moderno, y que tenamos algunas fotos y planos, qu quedaba por hacer? Justamente, quedaba lo ms apetecible, quedaba la guinda del pastel, gozar de la arquitectura reconocida. En realidad, estamos haciendo trampa, estamos vendiendo el movimiento moderno, y lo que realmente queremos vender es arquitectura.




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