El giro especular de Monica Bonvicini a la Neue Nationalgalerie
Berlín,
Nuestra percepción de la arquitectura transparente, y por eso expansiva, de la Neue Nationalgalerie de Berlín, el último proyecto de Mies van der Rohe, ha quedado transformada, hasta el próximo abril, por obra de Monica Bonvicini. Apropiándose escultóricamente de las claves estéticas de este edificio, la artista conceptual italiana, que reside justamente en la capital alemana desde hace casi cuatro décadas, ha dispuesto una gran pared de espejos en su fachada y un también enorme pedestal especular en una de sus salas expositivas, abriendo así perspectivas inéditas para los visitantes. Esas instalaciones, diseñadas específicamente para este Museo, se acompañan de una selección de objetos escultóricos, piezas performativas y sonoras.
La muestra se llama “I do” y, en la estela de propuestas anteriores de Bonvicini, como la jocosa obra Tears, que hasta hace unos meses formó parte de la muestra “Criaturas vulnerables” en La Casa Encendida, propone una reflexión sobre las tradicionales identidades masculinas y sus huellas, en este caso, en la arquitectura: su apropiación de la de la Neue Nationalgalerie la ha llevado a cabo desde un enfoque feminista y ha subvertido nuestros modos de desplazarnos por las salas.
La propia entrada del Museo ha quedado obstruida por ese muro espejado visible desde la distancia que obstaculiza el paso tanto como invita a entrar y, en el interior, como decíamos, una plataforma a la que podemos ascender redefine los espacios de exposiciones, concebidos inicialmente para enfatizar la amplitud y apertura al exterior del complejo.
Dicha plataforma abre posibilidades de visión inauditas para los espectadores, que pueden contemplarse a sí mismos, explorar sus relaciones con el entorno y divisar las salas, sus paredes de vidrio y sus alrededores desde un punto de vista elevado. Con las esculturas que completan la exhibición el público podrá igualmente interactuar: sus Chainswings, realizadas este mismo año, son piezas utilizables elaboradas con acero y cadenas y se han diseñado para ser manipuladas por dos personas, en un sentido sugerente y subversivo.
Veremos igualmente Hausfrau Swinging (1997), uno de los vídeos en los que Bonvicini dispuso a mujeres en confrontación física respecto a ciertas construcciones, revisando esos estereotipos que asocian lo femenino al hogar y a la esfera de lo doméstico, al situar a sus protagonistas ocupando otros entornos, o la escultura Time of my life (2020), formada por cientos de falsos relojes Casio que dejan de funcionar en periodos irregulares y que aluden al ritmo acelerado en las programaciones de los museos y a la necesidad de cierto detenimiento.
También la escultura reflectante Desire, concebida para reflejar tanto deseos personales como expectativas sociales relativos a esta institución o el trabajo textil Breach of Décor, que cubre por entero la base de la mencionada plataforma con sus estampados de pantalones. Se elaboraron a partir de fotografías de los que Bonvicini se quitó durante dos años, suponiendo esta obra una propuesta de confrontación entre lo íntimo y lo expuesto y entre el ideal clásico de orden y la vida casera y cotidiana; no hay que olvidar tampoco el valor simbólico de la prenda para el movimiento feminista.
Bajo el título de Bonded Eternmale (2002-2022) encontraremos cubiertas en piel las sillas así llamadas del suizo Willy Guhl, enlazando erotismo y diseño y contemplaremos, igualmente, una serie de nuevos trabajos lumínicos, consistentes en en tubos de neón LED tejidos a mano con cables eléctricos: alumbran un rincón componiendo una estructura escultórica. Se exhibe en Berlín, además, su temprana instalación 2 Tonnen Alte Nationalgalerie (1998), compuesta por grandes cantidades de escombros retirados de la fachada neoclásica de la Alte Nationalgalerie y, mientras paseamos por la terraza situada en torno al hall acristalado, escucharemos una pieza sonora: Retrospectiva (2022). Destaca en ella el uso del lenguaje conceptual por parte de Bonvicini, pues una voz recita los títulos de las obras en las que ha trabajado durante tres décadas.
Subraya, por tanto, la muestra la diversidad de materiales y técnicas en las que la artista ha desplegado su trabajo, sus incursiones en las confluencias de arquitectura y feminismo y su puesta en cuestión casi constante del rol de las instituciones culturales: le interesan las ideologías ocultas en el modo dominante de entender la modernidad en Occidente y suele revelar, y desestabilizar desde la ironía, mitos y etiquetas asociadas a los géneros.
Cada una de sus exposiciones surge de una precisa reflexión sobre los espacios dados, que como en la Neue Nationalgalerie, tiende a modificar por completo: instala paredes, levanta cercas o andamios, construye escaleras o superficies reflectantes… rediseña, en definitiva, emplazamientos que considera planteados desde una primacía masculina.
Monica Bonvicini. “I do you”
Potsdamer Straße 50
Berlín
Del 25 de noviembre de 2022 al 30 de abril de 2023
OTRAS NOTICIAS EN MASDEARTE: