El perfume que deja huella en la piel y en la memoria, no en el planeta
El concepto de “menos es más”, que popularizó en arquitectura Mies van der Rohe y tejió el hilo conductor del minimalismo en la moda hoy tan reivindicada de los noventa, se radicaliza en una nueva propuesta olfativa convertida en sofisticada —y concienciada— expresión de simplicidad. Zero, el último perfume de Comme des Garçons, tiene muy clara su filosofía: el respeto y la preservación de los recursos del planeta. Y es capaz de articular una composición precisa y poco convencional donde no se encuentra nada a faltar.
La mirada del artista Samuel de Saboia, criado en el nordeste de Brasil, una zona donde aún se sienten las influencias indígenas, invita a conectar física y emocionalmente con la naturaleza. Llena de color la transparencia mientras reivindica los orígenes, la vuelta al inicio y la conexión espiritual con la tierra.
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Fórmula reducida
Baja la lista de ingredientes, sube la apuesta por la sostenibilidad. “Comme des Garçons es una combinación de belleza, instinto y magia”, resume el artista brasileño. En Zero se concreta con madera de cedro natural y generosa —cosechada a mano y extraída mediante energía hidroeléctrica— el frescor de la bergamota y la descarada seducción del almizcle y el vetiver de Haití, ambos procedentes de comercio justo. Una rosa sintética que se hace notar sin falsa modestia y un acorde de barniz completan la fórmula. Una armonía subversiva de dicotomías.
La ecuación del perfume se completa con un frasco de cristal totalmente reciclable y un packaging que controla incluso una impresión reducida al mínimo esencial. La tinta negra y el papel proceden de bosques certificados FSC (certificado de gestión forestal). El objetivo: conseguir la neutralidad del carbono. Es decir, dejar huella en la piel y en la memoria, no en el planeta. El reto inteligente de conseguir el equilibrio entre el máximo efecto sensorial y el mínimo impacto ambiental.
Zero, de Comme des Garçons, 100 ml, 104 euros
Encuentro con el arte
“Percibí́ el perfume como una mezcla de mar, brisa, árboles y arena, y me pareció́ muy emotivo, porque esos son algunos de los territorios de mi existencia”, explica Samuel de Saboia, artífice de la campaña. A través de la pintura, escultura, música y performances, su obra se ha convertido en un medio para contar historias, abrir puertas y construir un mundo donde la magia y la realidad se funden.
“Conozco Comme des Garçons desde que era niño y tenía sus anuncios pegados en la pared de mi habitación: eran mi estrella”, recuerda. “Es uno de los ejemplos más brillantes del encuentro entre la moda y el arte”. ¿Qué tienen en común el perfume y el arte? “Los dos pueden conectarte a un grado más elevado, a un nuevo nivel de experiencia. Ambos medios pueden ser materiales y etéreos y, cada uno a su manera, pueden empujarte a un viaje hacia los sentimientos, darte una nueva inspiración y convertirte en un punto de control de momentos especiales”, asegura el artista.
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