Estos son los 10 estilos de interiorismo más importantes que debes conocer
2. Tranquilo y natural: el estilo Japandi
La tendencia de vida japonesa es, como su nombre indica, una combinación de elementos de diseño japoneses y escandinavos. Japandi es una mezcla de dos culturas que tienen una cosa importante en común a pesar de la gran distancia: una fuerte conexión con la naturaleza. A la hora de amueblar, esta relación especial se refleja sobre todo en el uso de los materiales, de modo que con Japandi se apuesta por materias primas naturales como la piedra, el papel o la madera. Sin embargo, la diferencia con el aspecto puramente Skandi es que se pueden utilizar tonos cafés más oscuros en el hogar, especialmente cuando se trata de madera. Porque en general, la influencia japonesa permite un uso más generoso de tonos como el negro, el verde oscuro, el terracota o el berenjena. Otra modificación es la consideración de las enseñanzas del Feng Shui, originarias de China, pero que los japoneses también tienen en cuenta con frecuencia a la hora de amueblar sus cuatro paredes.
Cada vez son más los diseñadores que consiguen el gran equilibrio entre el Norte y el Este, entre ellos Stephanie Thatenhorst y el diseñador danés de AD100 David Thulstrup.
Ya sea en cafés, clubs de playa o bodas, el look boho es omnipresente y se ha colado cada vez más en nuestras propias cuatro paredes en los últimos años. Boho, abreviatura de «bohemio», tiene su origen en la Francia del siglo XVII y en su día se refería al estilo de vida poco convencional de los viajeros de Bohemia. Después de que los artistas rebeldes adaptaran inicialmente el estilo informal en el siglo XIX, los hippies en particular recogieron muchos de los elementos típicos.
Hoy en día, el boho, al igual que el eclecticismo, se refiere a un estilo de decoración muy versátil en el que casi todo se vale. Los muebles nuevos pueden mezclarse con hallazgos de mercadillos de pulgas, por lo que no es raro tener seis sillas diferentes en una mesa grande. En cuanto a la decoración, se apuesta por los materiales naturales no tratados, como la madera, el ratán, los tejidos acogedores de algodón, mohair y lino, y los colores resultantes, beige, café y oliva. En el hogar, los acentos pueden ponerse fácilmente con amarillos brillantes, azules y llamativos motivos étnicos, flecos salvajes y bordados deslumbrantes. Sencillas técnicas artesanales como el batik y el macramé permiten crear tus propios proyectos DIY, como hamacas, tapices o canastas colgantes, para que al final el estilo boho sea sobre todo una cosa: personal e individual.