Invertirán cerca de $3.000 millones para recuperar Puente del Inca
Después de cuatro años de tener el diagnóstico de las necesidades que requieren los destinos turísticos de la alta montaña mendocina, desde el Gobierno empiezan a realizar las acciones sugeridas para revalorizar estos sitios de la provincia que son atractivos mundiales. Ahora se conoció que en breve se licitarán las obras para dotar de servicios a la villa cordillerana de Puente del Inca, por un monto cercano a los $3.000 millones.
Esta obra proyectada desde el Gobierno provincial tiene su génesis en la gestión anterior, cuando la entonces ministra de Turismo (actual senadora provincial), Mariana Jury propuso estudiar las necesidades y los déficits de seis destinos específicos: Las Cuevas, Aconcagua, Punta de Vacas, Polvaredas, Puente del Inca y Penitentes, todas sobre el corredor bioceánico de la Ruta 7. El resultado arrojado en el «Plan Estratégico de Alta Montaña» fue que hay mucho por hacer tras décadas de abandono en esos destinos que son pasada obligatoria para quienes vayan o vengan de Chile por el paso Cristo Redentor.
Pero, a pesar de ubicación estratégica, los servicios son casi nulos. De ello puede dar cuenta cualquier visitante que haya ido hasta cualquiera de estas villas y haya querido pasar la noche, o algo más simple, tomar un chocolate caliente. Las opciones son escasas, cuando las hay.
Por eso, en la búsqueda de revitalizar estos destinos con atractivos naturales y culturales es que se propusieron diversas acciones. Se empezó con la expropiación del centro de esquí Penitentes bajo la premisa de que se busca que esté abierto todo el año, pero la licitación por una concesión a 50 años -que generó polémica- quedó desierta y se espera que en breve se lance otra. Ahora el ministro de Infraestructura, Mario Isgró, anunció que a fin de mes se licitará el proyecto integral de refuncionalización de Puente del Inca que, entre otras cosas, incluye el acceso peatonal al atractivo.
La obra tiene un presupuesto estimado de 3.000 millones de pesos, que será financiado por la Provincia. El plazo estimado de ejecución es de un año y medio. De acuerdo a lo informado por Infraestructura, se desarrollará en tres etapas. La obra implicará la relocalización de los actuales habitantes, que se llevará cerca del 30% del presupuesto, para lo cual se construirán cerca de 30 viviendas.
Lo que aún no está definido es si la licitación será completa -es decir las tres etapas del proyecto juntas- o por etapa. Aunque todo apunta a que será por todo.
La primera etapa incluirá el nuevo acceso vial y playa de estacionamiento, sistema peatonal de espacio públicos y construcción de nuevos locales comerciales. La segunda la construcción de un edificio gastronómico y la tercera el soterramiento eléctrico, un nuevo sistema de provisión de agua, construcción de sistema de tratamiento de efluentes cloacales, construcción de un puente nuevo hacia margen sur, la refuncionalización de los edificios ferroviarios actuales en casas temáticas, con fines culturales.
De acuerdo a los objetivos planteados para la obra, se encuentran «garantizar igualdad de oportunidades a los habitantes locales en términos de crecimiento económico fomentando la formalización de las fuentes de trabajo», «mejorar la calidad de vida de la Villa con un sistema vial seguro de acceso y egreso con infraestructura adecuado», «planificar el desarrollo urbano y arquitectónico de la Villa para garantizar un aumento de la cantidad de visitantes pregonando un turismo sostenible que integre a los habitantes locales en el tejido social» y «generar un sistema de accesibilidad universal e inclusivo a los espacios públicos resguardando el patrimonio cultural y natural del sector a intervenir».
Valor cultural e histórico
Puente del Inca no es un destino más. Sino que es uno de los pocos considerados Patrimonio de la Humanidad de Argentina dentro del Qhapaq Ñan, como Parque Nacional Los Glaciares, en Santa Cruz; las Misiones Jesuíticas Guaraníes, en Misiones; el Parque Nacional Iguazú, en Misiones; la Cueva de las Manos, en Río Pinturas, Santa Cruz; Península Valdés, en Chubut; Parque Ischigualasto, San Juan; y Parque Talampaya, La Rioja; Parque Nacional Los Alerces, Chubut; Manzana y Estancias Jesuíticas, Córdoba; Quebrada de Humahuaca, Jujuy; Obra arquitectónica de Le Corbusier, en La Plata.
El Qhapaq Ñan fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2014. Se trata del sistema vial andino que se extiende a lo largo de más de 30.000 kilómetros por seis países latinoamericanos y siete provincias argentinas, entre ellas Mendoza. Es el primer sitio trasnacional con esta declaración.
Mendoza está incluida en el sistema vial andino con Puente del Inca, el famoso paraje cordillerano ubicado sobre el cauce del río Las Cuevas, a metros del ingreso al Parque Provincial Aconcagua.
El Qhapaq Ñan fue la columna vertebral del poder político y económico del Tawantinsuyo, el Estado Inca y se constituyó como una red de caminos de alrededor de 30.000 kilómetros de largo que conectaba centros de producción administrativos y ceremoniales, cubriendo una extensa área geográfica, que va desde el centro oeste de Argentina y Chile hasta el sur occidente de Colombia.
A lo largo de la historia, esta red caminera que atraviesa la cordillera de los Andes fue utilizada para el traslado de pueblos, de ejércitos de más de 40.000 personas así como el tránsito de caravanas de llamas para el transporte de mercancías y materias primas. Su magnitud vinculaba las tierras bajas cálidas desiertas del Pacífico con las húmedas de la Amazonia, y con las zonas medias y el frío altiplano andino. Este sistema vial, que revela una gran tecnología de 2.000 años de historia, es una herencia concreta del patrimonio cultural inmaterial, el traslado de personas, el transporte de bienes y recursos; los conocimientos, las ideas y los dioses.
En Argentina, donde se conservan 119 kilómetros, atraviesa siete provincias. En esta región los incas construyeron entre 2.500 y 3.000 kilómetros de carreteras que cruzaban el altiplano, valles y desiertos para llegar al territorio chileno, a través de las montañas.