Italia resucita la Via Appia

Italia resucita la Via Appia


Los domingos de otoño se convierte en un desfiladero de bicicletas y familias romanas en busca de un buen rincón para hacer un picnic. Entre semana, sin embargo, apenas hay nadie. La Via Appia Antigua, el primer tramo de la Via Appia, es uno de los tesoros desconocidos para los turistas que van por primera vez a la capital italiana, ocupados con el Coliseo o la plaza de San Pedro. Pero sus maravillas no tienen nada que envidiar a los tesoros del centro de Roma: se trata del tramo inicial de una de las carreteras más importantes del imperio romano, la llamada regina viarum, la reina de las calzadas, como la bautizó el poeta Stazio, que ahora Italia quiere resucitar llevándola a la lista del patrimonio de la humanidad de la Unesco con la esperanza de que sea reconocida en el 2024.

La via Appia

La Via Appia

“La Appia fue la gran mejora del sistema de la comunicación romana y de alguna manera es un monumento de esta civilización que ha llegado hasta nuestros días, y por eso merece estar en la lista”, destaca la arqueóloga Angela Ferroni, la responsable del Ministerio de Cultura que se encarga de la candidatura. “Normalmente son los ayuntamientos o las regiones quienes promueven el patrimonio de la Unesco, pero este caso es la primera vez en que lo hacemos como país”, explica, asegurando que con esta meta quieren darla a conocer también al turismo. El proyecto, al que han dedicado más de 20 millones de euros, pretende restaurar la ruta y revalorizar el paisaje que rodea el camino, de más de 1.200 kilómetros, entre tumbas y monumentos arqueológicos.

En su tramo inicial, en Roma, tienen sus residencias Gina Lollobrigida y Silvio Berlusconi

La Via Appia nació en el 312 a.C. gracias a Claudio Apio el Ciego, censor, cónsul y orador romano, un patricio que fue el constructor del primer acueducto romano y del tramo inicial de la calzada, que bautizó con su nombre, hasta Capua. Su hazaña tuvo mucho mérito: el patricio había perdido progresivamente la vista y decidió que, para comprobar si las piedras de basalto habían sido colocadas según sus indicaciones, recorrería él mismo una parte, descalzo.


Lee también

David Ruiz Marull

La moneda con la imagen de Sponsian se creyó falsa durante 300 años

Como fue proyectada, la Appia era una herramienta de dominación militar que permitía el avance de las tropas. Después de la conquista de las regiones meridionales, la calzada se alargó hasta Bríndisi, convirtiéndose en un extraordinario vehículo de comunicación comercial, de dominación militar –permitía que las tropas se desplazaran con más velocidad– y cultural, ya que la influencia del Mediterráneo oriental empapaba Roma a través de sus adoquines.

Más tarde, en el 109 d.C., el emperador Trajano mandó construir una nueva calzada siguiendo la costa entre Benevento y Bríndisi para agilizar el trayecto, una nueva ruta que fue bautizada con el nombre de Appia Traiana y que está incluida en el proyecto que el ministerio italiano presenta a la Unesco. Cuando el imperio romano comenzó a desmoronarse, la Appia fue perdiendo su uso, pero no fue abandonada. “A su alrededor se construyeron criptas y basílicas medievales, y debemos recordar que cuando primero los cruzados y después los peregrinos iban a Tierra Santa, recorrían la Appia Traiana”, subraya Ferroni.


Lee también

Pere Guiu

Ruta de la Vía Augusta en Riudellots de la Selva.

La fascinación por la Appia fue tanta que, en su tramo inicial romano, se convirtió en una meta residencial para grandes estrellas del cine italiano, tal y como recuerda Simone Quilici, director del Parque Arqueológio del Appia Antigua. “Fue edificada en un ejercicio de especulación en los cincuenta. Sophia Loren tenía aquí la casa, y todavía hoy vive cerca Gina Lollobrigida”, dice en una de las mansiones comprada por el Ministerio de Cultura para recuperar unas termas del siglo II d.C. Uno de los vecinos más recientes es Silvio Berlusconi, que, cuando abandonó el mítico Palazzo Grazioli –que fue su residencia romana durante 25 años, escenario de cumbres y sus “cenas elegantes”–, decidió mudarse a la suntuosa villa que había comprado al director de cine Franco Zeffirelli.


Lee también

Rubén Montoya

Canopo en Villa Adriana (o villa de Adriano) en Tívoli, Italia.





Source link

Compartir post

Comienza a escribir y presiona Enter para buscar

Carrito

No hay productos en el carrito.

WhatsApp Disponible de 9am a 6pm