La muestra de los coches cierra en el Guggengheim con más de 750.000 visitantes

La exposición ‘Motion. Autos, Art, Architecture’ cerró el domingo sus puertas con un total de 751.243 visitantes desde su inauguración en el Guggenheim el pasado 8 de abril. Las salas del museo estuvieron abarrotadas durante el fin de semana, como muestra el dato de los 17.594 visitantes que vieron los coches de época, los prototipos históricos de las marcas y algunos diseños de arquitectos como Le Corbusier y Buckminster Fuller, maestro de Norman Foster, comisario de la muestra.

También hubo récord, el de la mayor cifra de visitantes diarios durante este año, que se consiguió el último día de la exposición, el domingo, con las 8.821 personas que entraron en el museo.

Si bien los extranjeros han seguido aumentando en el verano su cuota en la asistencia, con prácticamente el 70%, han sido los vascos los que han dado la sorpresa. Su porcentaje suele estar entorno al 10%, que ha subido al 17% durante la exposición y al 30% en el último fin de semana, en el que se ha notado el apremio de la clausura de una exposición con gancho para el público general. A lo largo de su última semana la exposición recibió a 43.370 personas.

Con sus 751.243 visitantes, ‘Motion’ se queda en el tercer lugar de la clasificación absoluta en cuanto a visitantes en los casi 25 años de vida del Guggenheim. En primer lugar se mantiene una muestra de similares características, ‘El arte de la motocicleta’, que del 24 de noviembre de 1999 al 3 de septiembre de 2000 obtuvo 870.000 espectadores. Le sigue ‘Sombras’ de Andy Warhol, con 820.00 entre el 26 de febrero y el 2 de octubre de 2016. Constaba de 102 lienzos serigrafiados del artista pop.

En términos relativos, contando el tiempo de exposición. ‘Motion’ estaría a la cabeza. Ha permanecido menos de cinco meses, mientras que sus competidoras han figurado en el mismo nueve y siete meses respectivamente. La medición de visitantes en el Guggenheim no especifica las entradas a las muestras que haya en un momento determinado en el museo, sino el cómputo de personas que entran al día en él. Desde la Semana Santa, ya se vio que la exposición comisariada por Foster cogía marcha a toda velocidad.