La «reina» Meloni, única mujer entre los protagonistas electorales en Italia
La ultraderechista Giorgia Meloni, la gran favorita para ganar los comicios del próximo día 25 en Italia, es la única mujer entre los seis líderes políticos que protagonizan unas elecciones cuyo resultado será claramente favorable a la derecha, según coinciden todos los sondeos.
La líder de Hermanos de Italia (FdI) encabeza una lista en la que también figuran sus socios Matteo Salvini (Liga) y Silvio Berlusconi (Forza Italia, FI), además del progresista Enrico Letta (Partido Demócrata, PD), Giuseppe Conte (Movimiento 5 Estrellas, M5S) y el centrista Carlo Calenda (Acción).
MELONI, LA REINA
Meloni (Roma, 1977) ha catapultado a su partido a lo más alto: el FdI lidera hoy todas las encuestas, con una intención de voto en torno al 25 %, cuando en las elecciones de 2018 tuvo que conformarse con un exiguo 4 %, mientras la coalición de derechas que forma junto a Liga y FI puede llegar incluso a copar el 70 % del Parlamento.
La explotación del descontento social, especialmente en la pandemia, y su coherencia como oposición en los tres ejecutivos de la legislatura son las claves de su éxito. Sin olvidar que además representa la imagen perfecta del cambio que preconiza: sería la primera mujer en ser jefa de Gobierno en Italia, un país marcadamente machista, aunque el feminismo no sea precisamente una de sus batallas.
SALVINI, EL COMPARSA
El controvertido Matteo Salvini (Milán, 1973), el rostro indiscutible de la derecha italiana de los últimos años, tiene que conformarse en esta ocasión con ser un mero comparsa de Meloni, con la que ha chocado en algunos momentos de la campaña, pero ha replegado alas, sabedor de que su tirón no es el de antaño, pues ha pasado del 34 % de las europeas de 2019 a un 12 % en los sondeos actuales.
El hombre que logró que un pequeño partido independentista del norte acabase implantado en todo el territorio italiano y llegase al poder en 2018 eliminando su carácter nacionalista, mantiene hoy un discurso algo inconexo, lo que junto a su cercanía con la Rusia de Vladimir Putin, le ha llevado a perder mucha de su fuerza frente a una Meloni que no solo le ha robado votantes, sino también el apoyo de muchos empresarios del país.
BERLUSCONI, EL INCOMBUSTIBLE
El indiscutible precursor del populismo de Trump o Bolsonaro se llama Silvio Berlusconi (Milán, 1936), que vuelve a la arena política tras años de inhabilitación por sus innumerables cuitas judiciales con la intención de ser al menos presidente del Senado a sus 85 años y para lo que no ha dudado en hacer caer el Gobierno de su «amigo» Mario Draghi.
Con el 8 % que le dan las encuestas a FI, partido del que han huido muchos pesos pesados tras ayudar a caer al expresidente del Banco Central Europeo, su papel parece destinado a ser un secundario, aunque nunca se pueden hacer cábalas con el incombustible Berlsuconi, magnate televisivo, tres veces primer ministro, organizador de las fiestas Bunga Bunga con jovencitas en sus mansiones y amigo íntimo de Putin, entre otras muchas cosas.
LETTA, LA SOBRIEDAD
El secretario general del PD, el más que probable líder de la oposición en la próxima legislatura, encarna el lado más sobrio, pero también menos carismático de la siempre extravagante política italiana: este profesor universitario fue parlamentario, eurodiputado, varias veces ministro y presidente del Gobierno, hasta que fue expulsado de su propio partido por Matteo Renzi, pero ha vuelto a la política a petición de sus compañeros.
La estrategia de Letta (Pisa, 1966) de acudir a las elecciones con el M5S parecía buena para el PD (el segundo partido en los sondeos, con un 20 %) y para la izquierda, pero la caída de Draghi rompió el pacto y con él las expectativas de mantener un duelo de igual a igual con la derecha.
CONTE, EL CONVERSO
Conte (Volturara Appula, 1964) ha seguido el camino opuesto al habitual en la política: un desconocido profesor universitario que pasó de la noche a la mañana a ser primer ministro de los dos gobiernos del M5S se ha convertido ahora en líder opositor, en una reconversión feroz hasta ser uno de los detonantes de la caída de Draghi y romper su alianza con el PD, con el que podía aspirar al poder.
Lejos de ser penalizado por ello, el M5S de Conte, que navega en arenas movedizas sin decantarse por ninguna ideología sino apuntando a cuestiones concretas, va para arriba en las encuestas, con un 15 %, que le confiere un rol destacado en la futura oposición.
CALENDA, EL NUEVO
El último en llegar a la carrera electoral ha sido Carlo Calenda (Roma, 1973) con Acción, un partido nacido en enero con el fin de ocupar el espacio del centro político junto a Italia Viva de Renzi con el llamado «Tercer Polo» (7 %), aunque tiene una larga experiencia política, con cargos en gobiernos del PD.
Abogado y empresario, conocido por sus decisiones muchas veces sorprendentes, Calenda quiere ser en estas elecciones el fiel de la balanza entre la derecha y la izquierda, a la que ha abandonado tras un primer acuerdo para acudir juntos, lo que ha sido visto como una traición por sus antiguos colegas.