Las sillas nórdicas que marcarán las tendencias en 2023

Las sillas nórdicas que marcarán las tendencias en 2023


La fiebre del mobiliario y la decoración nórdica llegó a los hogares españoles hace ya más de una década y, lejos de ser una tendencia pasajera, está aquí para quedarse, no en vano cada año suma más adeptos. Sus especiales características son las que han potenciado este éxito, y es que el mobiliario nórdico es fácil de combinar, versátil y encajan a la perfección con cualquier estilo decorativo, por lo que se pueden hacer combinaciones muy interesantes.

El estilo nórdico trata de resaltar en todo momento la luz de la estancia, por eso se utilizan los colores claros cuando se usa esta opción decorativa, ya sea en techos, en paredes o en el conjunto de muebles. En relación a los materiales utilizados, los preferidos son los naturales, siendo la madera el componente estrella para el mobiliario elegido.  

Las sillas nórdicas, un elemento imprescindible para el próximo año

Las sillas son elementos esenciales dentro del hogar puesto que cumplen una función básica, imprescindible. Estos objetos están presentes en todos los salones, despachos, comedores o cocinas de una vivienda. Además, según sus diseños y acabados, estos elementos aportan un gran valor decorativo que otorgan personalidad y estilo a la estancia en la se coloquen.

Existen multitud de terminaciones y formas sobre este objeto, un sinfín de opciones posibles para que los interesados puedan elegir los modelos que mejor complementen su hogar, no obstante, el estilo nórdico siempre resulta un acierto. Con líneas rectas, colores limpios y neutros, materiales naturales, como la madera, y un toque siempre vanguardista, las sillas nórdicas encajan en cualquier ambiente y consiguen crear un entorno armónico y equilibrado.

Se presentan en diferentes acabados para otorgar un toque más cálido, como las forradas en borreguito, más elegantes, como las forradas en polipiel, o simplemente en madera, sin más añadidos.

Diferentes tipos de sillas nórdicas

Las sillas nórdicas se pueden clasificar en tres grupos principales: las sillas de madera con barrotes en el respaldo, las sillas de tipo Eames, convertida en todo un clásico de la decoración de interiores y las sillones que se complementan con otros elementos de variadas texturas, como la lana, el borreguito o el pelo.

Aunque todas estas sillas son susceptibles a ser integradas en diferentes estancias y ambientes, las características particulares de cada una de ellas hacen que sean más apropiadas para algunas habitaciones de forma más natural. No obstante, diferentes combinaciones son posibles, es parte de la magia del mobiliario nórdico, que permite experimentar y conseguir grandes resultados.

Sillas de barrotes en el respaldo

Estas sillas habitualmente son las que se eligen para el comedor y ofrecen un aspecto más clásico. Su simpleza de líneas permite que se incorporen dentro de otros estilos decorativos, aunque el resto de la habitación no guarde o se ajuste a la decoración nórdica. Esta versatilidad es sin duda parte de su enorme éxito.

Un consejo que da muy buenos resultados es utilizar diferentes colores, como tonos pastel o incluso algunos tonos más fuertes si se quiere conseguir un efecto más vibrante, alegre y atrevido.

Silla Eames

Se trata de todo un clásico dentro del estilo nórdico en decoración. La silla Eames ofrece una conjunción de color y madera natural, con unas líneas de diseño limpio y un aspecto contemporáneo que la hacen tremendamente versátil, de fácil integración en la cocina o el comedor.

Estas sillas quedan también geniales en los ambientes laborales, tanto en despachos de oficina como en aquellos que se instalan en casa para recibir a los clientes, para las reuniones o como asientos de apoyo.

Sillones nórdicos

Este tercer grupo es el que se suele elegir para el salón o los dormitorios. En sus diseños integran complementos de lana y pelo. Estas piezas ofrecen la combinación de diferentes texturas añadiendo toques únicos que, además, se suman a la calidez de la madera. Ofrece un alto grado de confort tanto a nivel visual como funcional, invitando al descanso.

Se puede aprovechar para incorporar complementos textiles, como mantas o cojines, que ofrezcan un toque de color a la silla o sillón nórdico. Se trata de una forma ideal para jugar con diferentes tonos sin perder la luminosidad de este estilo decorativo.

Como en temporadas anteriores, el estilo nórdico sigue en auge, tal y como se puede apreciar en las revistas o blogs de decoración. La versatilidad de las sillas nórdicas viene dada por los múltiples usos que ofrecen, otorgando un toque de distinción a cualquier espacio de la casa, ya sea el salón, la habitación, la cocina e incluso en un despacho.



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