Le Cabanon, la mítica casita de 16 m2 que proyectó Le Corbusier, inspira el diseño y los colores de este nuevo hotel en París
Le Cabanon, la mítica casita de 16 m2 que proyectó Le Corbusier en los años 50, ha inspirado el diseño y los colores del nuevo alojamiento de moda de París. El hotel Orphée, llamado así en homenaje al hijo de Apolo y Calíope, es la nueva incorporación de la cartera de hoteles de la cadena Orso. Una fachada verde oliva y un letrero retro diseñado por Établissements Studio dan la bienvenida a los visitantes, que encontrarán en su interior 44 habitaciones donde la calidez y la luz natural se cuelan a su antojo.
Al frente de este proyecto se encuentra la arquitecta francesa Eloïse Bosredon, quien ha elegido tonos y texturas acogedoras como el ladrillo, el terracota y el caqui, realzados con materiales nobles. “Como arquitecta me interesa mucho el modernismo y la escuela Bauhaus, esa forma de ver la arquitectura como una obra total que reúne todas las formas de arte. En el hotel Orphée, el objetivo ha consistido en encontrar la elegancia en la sencillez, algo que llamo ‘modernismo orgánico’. Eso lo he conseguido con tres materiales principales: la madera de okume para diseñar los armarios empotrados, el acero laminado para las lámparas y las mesitas de noche, y los azulejos catalanes para los baños.
Piezas de diseño y un toque de Le Corbusier
Eloïse Bosredon, autora también de la chocolatería de Cyril Lignac o la pastelería Maison Aleph, ha elegido algunas piezas de diseño para los espacios, como las sillas TAL de Kann Design o los cojines de Jacques. Y, por supuesto, la clave de todo: “Me gusta Le Cabanon de Le Corbusier porque se amuebla con lo esencial: una cama, una mesa, algún almacenaje… Estas piezas integradas estructuran el espacio y responden a los usos previstos», cuenta la arquitecta.
Para quien no lo conozca, Le Cabanon es esa construcción que Le Corbusier levantó unos metros por encima de la E–1027 de Eileen Gray, en Roquebrune-Cap-Martin, en los Alpes Marítimos de Francia. El arquitecto concibió esta cabaña de 16 m2 en 1950, por el cumpleaños de su esposa Yvonne. Se trata de una única habitación que tiene una altura de 2,26 m, el tamaño de una persona tocando el techo con el brazo levantado. No hay cocina. Como ducha, sirve una simple manguera. En el hotel Orphée, por el contrario, las comodidades son muchas y mejores.
Espacios comunes con motivos art déco
Los espacios comunes cuentan con un pequeño comedor a ras de calle, un singular hamman en el sótano y un salón de desayunos donde se sirve un menú seleccionado con mimo, con granola casera, mermeladas de La Création, miel del apicultor Simon Laurent y café de Lomi. Otros detalles del hotel son las alfombras que se inspiran en motivos art déco o las cortinas de lana reciclada de Maison Thevenon.