Lo nuevo de Hermès para el hogar es una oda a la ligereza
Hermès busca la perfección y la precisión en todo lo que hace, también en sus presentaciones. En la Milan Design Week 2022 la maison sorprendió de nuevo por la belleza y coherencia de su puesta en escena con el concepto desarrollado en sus nuevas colecciones para el hogar 2022. Charlotte Macaux Perelman y Alexis Fabry, directores artísticos de Hermès Maison, crearon una escenografía luminosa y etérea con estructuras de madera y papel traslúcido de distintos colores, inspiradas en las fotografías de arqueología industrial de Bernd y Hilla Becher. Su propuesta sirvió de marco para mostrar las colecciones textiles, cerámicas, de mobiliario y accesorios de la firma, en la que han colaborado con prestigiosos creadores como Rafael Moneo, Álvaro Siza, Gianpaolo Pagni, Carson Converse, Fanette Mellier, Tomás Alonso, Arielle de Brichambaut y Hermès Studio.
Por primera vez, el textil se impone como hilo conductor de una colección para el hogar. Cinco creaciones forman el tejido de este «manifiesto por la ligereza». Todas están confeccionadas en cachemir, uno de los materiales favoritos de la casa. Los textiles exploran diferentes técnicas de fabricación: tiras de cachemir forman el diseño de etéreos cuadrescoceses; cuadrados tejidos y teñidos a mano componen un gran patchwork de colores brillantes; las formas geométricas ensambladas mediante una técnica de reenlazado evocan vidrieras. Arte textil y una maravilla para la mirada y el tacto.
EL ENORME LUJO DE LA SIMPLICIDAD
Colaborar con Hermès es entender su espíritu, de ahí que cada contribución de un diseñador muestre su sello, pero también el de la marca. En Japón, karumi significa simplicidad, ligereza y pureza, y así se llama el taburete diseñado por el arquitecto Álvaro Siza, realizado con bambú y fibra de carbono. La silla Oria, del Pritzker Rafael Moneo, destila equilibrio y armonía. El roble, el cuero y el mimbre se transforman con manos diligentes. La diseñadora Arielle de Brichambaut ha creado veinticuatro piezas en porcelana blanca iluminada con un amarillo profundo y matizado y delineado en negro delicado, con motivos gráficos de palmeras estilizadas que se hacen eco de la precisión del gesto artesano. Eso es Hermès: valores que no caducan.