Los Ponce de León en Jerez (III)
LA casa de la calle San Blas, después de pasar a ser propiedad de los descendientes de Eutropio Ponce de León, experimentaría un creciente deterioro, hasta el punto de que 1586 un documento afirma que se encontraba arruinada y sin habitar. Esta puede ser la razón por la que sólo haya llegado a nosotros, al menos de manera visible, la portada de la antigua construcción medieval. Tras algunos posibles reparos, el siguiente capítulo de especial relevancia ocurre a mediados del siglo XVII. Entonces surge un pleito entre distintos miembros de la familia por la posesión del inmueble. El litigio concluye en 1661 con la donación del edificio a Francisco Ponce de León y Trujillo, personaje asimismo relevante para estudiar otra de las mansiones de esta estirpe en Jerez, la de la Cruz Vieja.
Entre ese año de 1661 y 1679, cuando este último dicta su testamento, se llevaría a cabo la gran transformación que otorgaría una buena parte de su aspecto actual a la hoy conocida como “Casa del Pantera”. En este sentido, en su última voluntad, Ponce de León y Trujillo aclara que “después que poseo dichas casas he reformado el molino de aceite que había en ellas y he labrado la mayor parte de ellas”. A este momento pertenecería la configuración de la fachada lateral a la calle San Ildefonso y el patio central, ambos con sobrio diseño donde destacan los enmarques de “orejetas”, típicos de la época, en los huecos de la planta superior. Esta reforma conllevó también una ampliación con la compra de inmuebles anexos, como una bodega-almacén levantada justo a la entrada a San Blas por la plaza del Mercado, una sencilla estructura que puede ser identificada con la que todavía se encuentra en el mismo lugar. Ya en el Setecientos habrá más añadidos y modificaciones. Pero en todo ello nos detendremos en un próximo artículo de esta serie.