Luz Amorocho, la primera arquitecta graduada en Colombia
Luz Amorocho, la primera arquitecta graduada en Colombia
Siendo la primera arquitecta graduada en Colombia en el año 1945, María Luz Amorocho Carreño representa una figura destacada dentro del campo arquitectónico del país tras ejercer la profesión a partir de diferentes áreas que involucraron desde la enseñanza y el diseño para el ámbito público y privado hasta la escritura y la crítica, principalmente en la revista Proa. Con una carrera de más de 40 años, supo defender sus ideales en medio de un contexto cambiante enfocado en el alcance de la modernidad y logró sembrar un precedente en la práctica profesional de las futuras arquitectas. A partir del análisis de su trabajo y su obra, es posible estudiar los diferentes roles de los arquitectos pasando por el dibujo y la construcción hasta la investigación y la gestión.
Nacida un 23 de abril de 1922 en Bogotá, Luz Amorocho se crió en un ambiente de igualdad donde su padre, de mentalidad liberal, creía fielmente en la importancia del valor de la educación y la cultura. Entre 1933 y 1936, los gobiernos liberales promulgaron una serie de leyes de equivalencia educativa y fue en 1941 cuando Luz Amorocho fue admitida en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá. Entre sus compañeros, se destacan reconocidos arquitectos y artistas, entre ellos, Eduardo Ramírez Villamizar, Edgar Burbano y Pablo Lanzetta.
El año anterior al mío había salido un grupo de niñas del Gimnasio Femenino y todas entraron a estudiar arquitectura, eran como cinco, y al año y medio o dos, todas desertaron… Siempre fui la única mujer del curso durante toda la carrera. – Luz Amorocho
Sus profesores, arquitectos e ingenieros de nacionalidad extranjera y local, resultaron determinantes para el desarrollo y la posterior ejecución de la arquitectura moderna en Colombia. Algunos incidentes marcaron su experiencia universitaria y la de demás estudiantes como ser la distribución de letreros que exclamaban “no queremos mujeres estudiando con nosotros”, la desconfianza de los profesores por la autoría de sus trabajos o mismo, ciertos temores en torno a “privilegios” considerados por su género.
En 1945, Luz se graduó como también lo hicieron Eugenia Lince Olozaga de Iriarte en 1947 y María Teresa Laverde Restrepo de Caicedo en 1948. Luego, fue nombrada directora de la Carrera de Delineantes de Arquitectura de la Escuela Secundaria de Cultura Femenina de Cundinamarca. Buscando establecer la arquitectura y el urbanismo modernos con mayor dominio dentro de la arquitectura colombiana, Manuel de Vengoechea y Mier, Jorge Arango Sanin y Carlos Martínez fundaron la revista Proa en 1946. En ella, Luz realizó su primera colaboración de las nueve realizadas en total y junto a Enrique García, José J. Angulo y Carlos Martínez, ejecutó el estudio “Bogotá puede ser una ciudad Moderna”.
El momento perfecto para aplicar los principios del urbanismo moderno en Colombia se daría tras la primera visita de Le Corbusier y la destrucción del puerto de Tumaco en 1947. A cargo de la Sección de Edificios Nacionales del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Luz fue contratada para proyectar los edificios del Plan Piloto para la reconstrucción de Tumaco junto a Gonzalo Samper, Fernando Martínez Sanabria, Eduardo Mejía, Edgar Burbano y Hernán Vieco, entre otros. Hasta el año 1950, ella trabajaría en la planta para el MOP y proyectaría el Liceo Tumaco junto al Colegio del Sagrado Corazón.
Desde ese entonces hasta 1960, fue la única mujer integrante del Departamento de Arquitectura de Cuellar Serrano Gómez, una de las firmas de arquitectura e ingeniería más grandes y prestigiosas de Colombia. Participó en varias obras como la Casa de la Madre y el Niño, la casa para el Dr. Manotas, el Conjunto de La Soledad, el Hotel Tequendama y el edificio para el curso preparatorio de la Ciudad Universitaria hasta que decidió trasladarse de Bogotá a París en 1960. Allí, comenzó a trabajar con la arquitecta Nicole Sonolet, donde se especializaban en la teoría y el diseño de espacios de cuidado y arquitectura hospitalaria, en especial dedicada a la salud mental.
Hasta 1966, participó en los proyectos para el Hospital L’Eau Vive en Soisy-sur-Seine, y también para el centro médico-pedagógico y de readaptación en Fontenay-sous-Bois. Ese mismo año, regresó de vuelta a Bogotá y fue nombrada jefa de la Unidad de Planeación Física en 1970. En 1982, decidió publicar en Ediciones Proa la monografía “Universidad Nacional de Colombia: Planta física, 1867-1982, Bogotá”, que sería el primer libro con la historia de los edificios del campus. Como constructora transnacional del Movimiento Moderno, cabe destacar que también desarrolló proyectos independientes de arquitectura como la construcción del edificio Persépolis, entre otros. Finalmente, falleció en Bogotá en el año 2019.
El Sello Editorial del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) lanzó el libro Luz Amorocho durante el mes de junio de este 2022, que forma parte de la Serie Homenajes a Arquitect@s en Bogotá. Esta publicación contiene una investigación dirigida por Silvia Arango de Jaramillo sobre la labor de Luz como arquitecta y un texto de Lucas Maldonado sobre su ámbito personal.
Fuente:
– Ana María Pinzón y Ximena Covaleda, Luz Amorocho Carreño 1922-2019, Un día | una arquitecta
– Arquitectas Colombianas | ArqCo, Luz Amorocho Carreño
– Diego Romero Sánchez, Luz Amorocho en tránsito: experiencias del Movimiento Moderno en Bogotá y París, Perspectivas: Revista Científica de la Universidad de Belgrano, V 4, Nª 4, 2021