OMA ha diseñado el Centro de Artes Escénicas de Taipei
Un triunfo de OMA para Taipei
“¿Por qué los acontecimientos teatrales más apasionantes de los últimos cien años han tenido lugar fuera de los espacios formalmente diseñados para ellos? ¿Puede la arquitectura trascender su propio secreto inconfesable: la inevitable imposición de límites a lo que es posible?” De esas preguntas nace el proyecto con el que OMA ganó en 2009 el concurso internacional para dotar a la capital taiwanesa de un gran centro de artes escénicas, el último ejercicio XL (59 000 m2) de la factoría Koolhaas. Un artefacto de alta intensidad urbana cuya construcción ha llevado mucho más tiempo del previsto, y cuyas actividades iniciaron el pasado 7 de agosto.
La idea es servir al programa y que, al mismo tiempo, el propio edificio lo genere “inspirando producciones formalmente espontáneas y aún por imaginar”. Una oportunidad para la indeterminación del futuro. La descripción es sencilla: tres teatros individualizados en tres volúmenes diferentes se engastan a un cubo central acristalado y elevado sobre el terreno, que alberga los escenarios, toda la tramoya, las instalaciones y los espacios comunes.
Un centro de artes escénicas con tres teatros
La Globe Playhaus es una esfera con doble piel y 800 localidades; el Grand Theater, una inmensa cuña con una sala de 1500 localidades, y la Blue Box, un teatro “multiforma”—también de 800 localidades— para representaciones experimentales. Este último puede integrarse con el anterior por medio de un sistema de paneles y desplazamiento de las butacas, creando inmensos e inéditos ambientes para la representación.
El recorrido —denominado Public Loop— permite al público transitar perimetralmente el conjunto. También acceder a él y ver cómo funciona el entramado técnico y los ensayos en el interior del cubo, cerrado por grandes vidrios ondulados de la empresa española Cricursa. De este modo, el inmueble fija su propio relato, una suerte de making off muy genuinamente Koolhaas. Situado junto al popular mercado nocturno de Shilin y a una estación de tren en altura, esta arquitectura se nutre del intenso vitalismo urbano, a la vez que irrumpe abruptamente en él con fragmentos de sus enormes volúmenes, distintos en cada frente, que toman las vistas por asalto.
El dúo Rem Koolhaas y Petra Blaisse
Esta crudeza es todo refinamiento en la parte interna, en buena medida gracias a la colaboración —como de costumbre—de Petra Blaisse. Su labor se ha centrado en el diseño de los códigos de color de los telones—azul para los entornos públicos, rosa para los estudios, marrón oscuro para el backstage—, que transforman las áreas escénicas y el paisajismo de la plaza, además de supervisar acabados y revestimientos. Koolhaas dinamita toda convención tipológica sin necesidad de sustituirla por otras, simplemente abre cuestiones que parecían cerradas. Dará que hablar, seguro.
En este enlace puedes ver otras intervenciones urbanas de OMA.
La Office for Metropolitan Architecture es una destacada firma internacional dedicada a la arquitectura contemporánea, el urbanismo y el análisis cultural. Su fundador es Rem Koolhaas.