‘Origen’ de Christopher Nolan: el final, explicado
A Christopher Nolan le gusta jugar con el público, y la película que mejor lo demuestra es ‘Origen’, nuestra preferida del director británico fuera de su trilogía de Batman (como dijimos en nuestro ranking de las películas de Christopher Nolan, ordenadas de peor a mejor). Una historia laberíntica en la que cuesta saber dónde estamos en los diferentes niveles de realidad y sueño, la ambivalencia llega a su punto máximo con su icónico plano final. ¿Qué quiere decir esa peonza girando y por qué hay un corte a negro? ¿Deja la peonza de girar o no? ¿Qué demonios está pasando? Para resolver estas preguntas (o no), primero vamos a establecer los hechos relatados por la cinta.
Dominic Cobb (Leonardo DiCaprio) es un arquitecto que trabaja como “extractor”, un hombre que se introduce en los sueños de otras personas para robar sus secretos o, en el caso de la película, implantar en sus mentes ideas de forma que el soñador piense que son suyas propias (es una manipulación hecha por un psicópata narcisista de manual, pero eso es otro tema). La misión de Cobb es la de introducir en la mente de Robert Fischer (Cillian Murphy) la idea de disolver el imperio de su padre, que está a punto de morir.
Cobb es contratado por Saito (Ken Watanabe), competencia directa del padre de Fischer, que convence a Cobb de llevar a cabo esa “misión imposible” ofreciéndole una compensación muy importante para él: Cobb vive alejado de sus hijos porque su mujer Mal (Marion Cotillard) murió en circunstancias sospechosas y él es el principal sospechoso. Saito promete usar su influencia para limpiar toda sospecha sobre Cobb y que este pueda volver con sus hijos; solo si puede llevar a cabo la implantación.
Para ello, Cobb contrata a un cuerpo de élite formado por el soldado Arthur (Joseph Gordon-Levitt), el falsificador Eames (Tom Hardy), el químico Yusuf (Dileep Rao) y una arquitecta en alza llamada Ariadne (interpretada por el actor Elliot Page antes de su transición), con el propósito de diseñar laberínticos sueños dentro de más laberínticos sueños, como una muñeca rusa, para ir introduciéndose poco a poco en el subconsciente de Fisher.
Pero la cosa se tuerce, claro. Mal, la esposa muerta de Cobb, no deja de aparecer para torpedear la misión: es una representación del subconsciente de Cobb, que aún vive atormentado por lo que pasó entre ellos. En resumen: entraron juntos en el “limbo”, la parte más profunda y peligrosa del subconsciente; Cobb consiguió extraer a Mal haciéndole una implantación, pero al despertar ella estaba segura de que seguía soñando y se suicidó pensando que así iba a despertar, dejando pruebas falsas que incriminaban a Cobb para que él siguiera su camino. Un elemento clave para entender el final: Mal usaba una peonza como “tótem”, un objeto elegido para distinguir realidad de sueño; si la peonza no dejaba de girar, significaba que seguía soñando.
El final de ‘Origen’, ¿está Cobb soñando?
La idea de que los personajes pueden quedarse atrapados en el subconsciente para siempre como efecto colateral de esta práctica está repartida a lo largo de toda ‘Origen’, y el final juega con ella sugiriendo que Cobb podría estar aún en el limbo.
Cuando consiguen terminar su misión (de forma casi milagrosa, superando numerosos obstáculos e imprevistos), Saito cumple su promesa y consigue que Cobb pueda volver a Estados Unidos y vea a sus hijos. En la última escena, Cobb utiliza el tótem de Mal para comprobar que no está soñando, pero cuando pone a girar la peonza decide alejarse de ella y reunirse con sus hijos. La imagen corta a negro mientras la peonza sigue rodando, y el público se queda sin saber si realmente deja de girar (es decir, están en la realidad) o sigue girando eternamente (lo que significaría que Cobb está soñando).
Explicación 1: Da igual
Antes de sumergirnos en el mundo de las teorías y las suposiciones, vamos a dejar claro lo que la escena quiere decir en el sentido emocional. Lo cierto es que a Cobb le da igual si está soñando o no, y ese es el sentido del final de ‘Origen’: ha decidido que está donde quiere estar, con sus hijos, y si es realidad o sueño ya le es irrelevante. El propio Nolan lo explicó en 2015, cuando dio un discurso de graduación en la Universidad de Princeton: “Al final de esa película, Cobb, el personaje de Leonardo DiCaprio, estaba de vacaciones con sus hijos, dentro de su propia realidad subjetiva. Realmente ya no le importaba [si era un sueño o no], y eso lanza un mensaje: quizá todos los niveles de la realidad son válidos”. O, como dijo Calderón de la Barca: “Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. Pero eso no ha parado a Internet a la hora de desarrollar interminables hipótesis a lo largo de los más de 10 años desde el estreno de ‘Origen’.
Explicación 2: No es su tótem
En un sentido más profundo, que Cobb deje atrás el tótem también quiere decir que está dejando atrás su culpa sobre la muerte de Mal, algo que le ha atormentado durante años. Porque el tótem, recordemos, no es suyo sino de Mal, aunque él se haya acostumbrado a utilizarlo. Lo que nos lleva a una de las teorías más compartidas: da igual si la peonza gira o no, porque no es el tótem de Cobb, es decir, no sirve realmente de prueba sobre si estamos en la realidad o en un sueño. (Hay quien dice que el tótem de Cobb es su anillo, ya que aparece con él puesto en los sueños, pero nunca en la realidad. “En mis sueños seguimos juntos”, explica él).
Explicación 3: La ropa de los niños demuestra que es realidad
Otra de las teorías es que el final ocurre en la realidad porque los hijos de Cobb no llevan puesta la misma ropa que en sus sueños. Visten atuendos parecidos, lo que es desconcertante (qué sádico y retorcido eres, Nolan), pero no exactamente iguales. Eso sería para algunos una confirmación de que Cobb está despierto y la peonza va a dejar de girar en algún momento, aunque la cámara no lo muestre.
Explicación 4: La peonza da un tumbo, por lo que es realidad
Hay dos razones más que llevan a algunos a pensar que Cobb está despierto. La primera, que la peonza da un pequeño tumbo justo antes de que la imagen se corte a negro, lo que significaría una inestabilidad que le llevará a caerse, aunque no lo veamos.
Explicación 5: Si está Michael Caine, es realidad
La otra se extrae de unas declaraciones que dio Michael Caine en una proyección hace unos años. Al parecer Nolan le dio una clave cuando el actor le dijo que no entendía del todo el guion. “Cuando recibí el guion estaba perdido y le dije a Nolan: ‘No entiendo dónde está el sueño y dónde está la realidad’”, confesó Caine. “Y él me dijo: ‘Mira, cuando tú estás en escena, es la realidad’. Así que ahí lo tenéis: es realidad. Si yo no estoy, es sueño”. Lo cierto es que Miles, su personaje, además de ser el suegro de Cobb y tutor de los niños, es uno de los responsables detrás de toda la ingeniería de los sueños que rige la película; así que tendría (algo de) sentido que él no esté en los sueños.
Todo apunta a que el final de ‘Origen’ no es un sueño, sino realidad. Pero nunca estaremos del todo seguros porque Nolan, maldito sea, quiso que el desenlace funcionase como una especie de “gato de Schrödinger” en el que es imposible decidirse por una cosa o por otra.
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