poética de los espacios olvidados
Contra todo lo que reluce: efectos del tiempo revisa a través de siete series fotográficas el trabajo realizado por Juan Baraja en la última década. Una exposición que, visitable hasta el 11 de septiembre en el Museo ICO de Madrid, forma parte de la Sección Oficial de PHotoESPAÑA.
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Comisariada por Alfredo Puente, la muestra es la selección más completa de proyectos del fotógrafo toledano realizada hasta la fecha. Las series recogidas son Norlandia, Experimento Banana, Hipódromo, Cerezales, Águas Livres–Parnaso, Utopie Abitative e Y vasca / Euskal Y.
Nacido en 1984, Baraja trabaja con las relaciones que surgen entre la arquitectura y la gestión del espacio a través de la fotografía. Residencias, encargos y proyectos propios estructuran una obra que le lleva a recorrer con su cámara diferentes puntos de la geografía europea, diversos pero con un elemento en común: son espacios olvidados por el tiempo. En palabras de Puente, el fotógrafo recupera “un modo de situarse frente a algo para imaginarlo a través de fragmentos, con otra composición, lejos de los parámetros que hacen de lo completo algo racional y aprehensible”.
Un aspecto destacable de la exposición es que, como explica el propio autor, algunas de las series recogidas no están concluidas. Es el caso de la “muy reciente” Y vasca / Euskal Y, sobre la infraestructura ferroviaria que pretende unir mediante vías de alta velocidad las tres capitales vascas en un recorrido medio de 35 minutos y conectarlas por un lado con Francia y por otro con Madrid.
Un proyecto polémico frente al que se han posicionado partidos políticos, sindicatos y colectivos medioambientales por sus costes sociales y ecológicos, frente a los que sus defensores alzan la bandera del progreso y el bienestar económico futuro. La idea de Baraja “no es trabajar desde lo crítico” sino mostrar “qué supone” un proyecto de esta dimensión “en la vida de la gente y en la naturaleza, en el cambio de las ciudades y la evolución del tejido urbano, además de su impacto medioambiental”.
La intención del toledano es culminar la serie en 2028, año previsto para la finalización de la Y vasca.
El interés arquitectónico de Baraja está presente en series como Águas Livres-Parnaso (2014-2021) o Utopie Abitative (iniciada en 2018). El edificio de viviendas Águas Livres, inspirado en el programa del Movimiento Moderno y en la Unidad de Habitación de Le Corbusier, es sometido a un minucioso estudio por parte de Baraja, que opta por una fotografía “de gran formato, más analítica desde el punto de vista arquitectónico”.
“Es una fotografía más sosegada y detenida”, explica, “más centrada en el detalle, en el elemento constructivo y el color”. Imágenes habitadas por el “silencio” y en las que “casi no aparecen personajes”.
Frente a ello, Utopie Abitative, proyecto de investigación aún abierto sobre los barrios italianos y la vivienda pública, ofrece otro enfoque, ya que en este caso a Baraja le interesa, más allá del elemento arquitectónico, “qué sucede alrededor del edificio, el impacto en la gente, la relación con el entorno: otros aspectos urbanísticos y humanos”, por lo que da cabida al retrato.
Las fotografías de esta serie han sido realizadas hasta el momento en cuatro localizaciones: Corviale, en Roma; Il Serpentone, en Potenza; Le Vele di Scampia, en Nápoles; y Rozzol Melara, en Trieste.
En los próximos meses continuará sus trabajos en el País Vasco e Italia y protagonizará una exposición en Washington
El trabajo desempeñado por Baraja durante la residencia artística Listhús, en Islandia, se refleja en las series Experimento Banana y Norlandia, ambas de 2014. En esta última, el fotógrafo investiga el modo de vida de los habitantes de Ólafsfjörður, un pueblo en la boca del fiordo Eyjafjörður, profundamente condicionado por el biotopo y por una luz casi porosa.
Esta es la serie en la que se apartó por primera vez del trabajo específico sobre arquitectura para introducirse en el retrato.
La arquitectura vuelve a ser protagonista en Hipódromo (2014), en la que se fija en la arquitectura racionalista del Hipódromo de la Zarzuela, y Cerezales (2016-2017), sobre el nuevo equipamiento cultural de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia.
El comisario de la exposición destaca que Baraja «es un recolector de arquitecturas menores. No siempre se vence la tentación de recordar, parece decirnos con su trabajo. En ocasiones, sus proyectos ofrecen protagonismo a rastros de aquello que pudo ser, a los restos de la utopía enlucidos por el tiempo».
La agenda de Baraja para los próximos meses está repleta. El fotógrafo volverá en breve al País Vasco e Italia para continuar sus series y tiene previsto iniciar un proyecto nuevo sobre la Ley de Costas en Pontevedra, con la Fundación RAC. También viajará a Washington, donde expondrá a partir de diciembre: un proyecto desarrollado con la Embajada de España.
PHotoESPAÑA celebra su 25º aniversario del 1 de junio al 28 de agosto en más de 30 sedes nacionales y 12 internacionales. La Sección Oficial acoge también exposiciones como Frescos contemporáneos de María Carrión (en la Fundación Carlos de Amberes), Fantasías en el Prado de Alberto García-Alix (Real Jardín Botánico), Crónica de un exilio de Germaine Krull (Museo del Romanticismo), Campo de imágenes de Paolo Gasparini (Fundación Mapfre), La luz cegadora de Mounir Fatmi (Casa Árabe) y Tina Modotti (Museo Cerralbo).