Por qué la Montaña Rusa se llama así y cuál es su historia
Por generaciones, las montañas rusas se han vuelto un lugar tradicional dentro de las ferias o los parques de diversiones, con sus ascensos y descensos a alta velocidad que llevan la adrenalina al límite, pero alguna vez te has pensado dónde surgió este entretenimiento.
Si bien las montañas rusas modernas surgieron en Estados Unidos cuando se utilizaron los carritos de mineros sobre rieles adaptándolos para el uso de personas con diversión empezando en 1884 con Lamarcus Thompson, el origen de este juego se dio en los fríos inviernos de Rusia.
Fue durante el reinado de Catalina La Grande, entre 1762 y 1796, donde en los festivales de invierno en San Petersburgo donde nació la idea de las montañas rusas, aunque con un concepto diferente al actual.
Los rieles eran rampas de madera cubiertas de nieve y hielo resbaladizo, mientras que los coches de minero eran trineos tallados en hielo con el que descendían a toda velocidad en los lugares donde se instalaban, sin frenos para permitir la máxima experiencia posible.
Crear esta infraestructura, a pesar de que el hielo es algo natural en el invierno ruso, no era económico por lo que la única forma de encontrarlas era en las mansiones o, aquellas que eran colocadas en lugares públicos.
Catalina La Grande experimentó la adrenalina de esta diversión y creó una pista privada. Pero ella no quería disfrutar de esto únicamente en los inviernos y mandó a modificar un trineo colocándole ruedas, mientras que el hielo resbaladizo fue sustituido por una pista de madera.
¿Cómo llegaron las Montañas Rusas al resto del mundo?
El concepto era únicamente conocido en Rusia, pero la invasión del ejercito francés a cargo de Napoleón cambió todo. Los soldados contaron de lo visto y la idea comenzó a expandirse por Europa antes de llegar a Estados Unidos donde evolucionaron la idea.
En América los trineos individuales cambiaron por carros unidos por cadenas que permitían una mayor cantidad de gente en un recorrido. El uso de madera se volvió recurrente no solo porque así se construyeron las primeras, sino también por sus cualidades físicas para no presentar grandes deformaciones a diferentes temperaturas.
Las tradicionales montañas rusas fueron evolucionando hasta traernos juegos con variaciones en el recorrido, como giros de 360 grados o el recorrido de los usuarios solo sujetados de los brazos y con los pies colgando.
Algo importante de las montañas rusas originales es que no funcionaban con un motor eléctrico para generar el movimiento. Todo es simple física. El ascenso a la primera cuesta se realiza con un cable que tira del tren acumulando energía que impulsará al vehículo durante el recorrido. Es decir, la energía potencial que se acumula en el prolongado inicio se transforma en cinética para llevar al recorrido.