SOS por el Park Way – Editorial El Tiempo – Editorial – Opinión
Es de esos lugares icónicos de Bogotá. Otrora uno de los puntos más exclusivos para vivir, con sus grandes mansiones, vías amplias, frondosos árboles, casas patrimoniales y un vecindario envidiable. El Park Way fue creado a mediados del siglo pasado y hace parte del barrio La Soledad, localidad de Teusaquillo.
Este sector ha sido refugio de intelectuales, artistas, políticos y familias que encontraron allí el sitio perfecto para disfrutar de la Bogotá que siempre debió ser. Pero con el pasar de los años, muchos de sus recovecos se convirtieron en oficinas, pequeños negocios, tiendas, restaurantes, bares, estudios, y la vida tranquila y apacible fue desapareciendo.
Pese a ello, La Soledad y su parque lineal de 800 metros, el Park Way, protagonista de cientos de historias, mantuvieron el encanto de los años idos. Aún es posible disfrutar de un paseo al atardecer o visitar decenas de pequeños lugares que le dan un toque bohemio y nostálgico al sector.
Las transformaciones que ha sufrido este emblemático espacio, ubicado en el corazón mismo de Bogotá, han dado paso también a una población flotante y al surgimiento de otro tipo de relacionamiento. Y quienes aún lo habitan así lo han aceptado. Lo que no están dispuestos a soportar es el deterioro de su calidad de vida. A los males propios de tiempos modernos, como el excesivo tráfico, la proliferación de personas y de comercio, se ha sumado la inseguridad. El hurto de carros, motos y en residencias, además del asalto a mano armada a 35 personas en varios restaurantes hace poco, se suman a una cadena de infortunios que están cambiando la fisionomía del sector.
No es asunto de ahora, sino de varios años. Pero tiende a empeorar, de ahí el SOS que habitantes y comerciantes están lanzando antes de que ocurra algo peor. Construir memoria urbana como la que han construido La Soledad y su Park Way ha tomado décadas, y ese atractivo no se lo pueden arrebatar los violentos.
EDITORIAL