Un apartamento de 50 m bien aprovechados y decorado con estilo
El Estudio italiano de Pierattelli Architetture fue el artífice del diseño y la reforma de este precioso apartamento de 50 m2 en el centro de Florencia: una residencia privada donde la ausencia de espacio no supone una limitación, sino una oportunidad para representar el estilo de vida contemporáneo, combinando forma y función, así como confort y perspectiva. La reforma de este piso dividido en dos plantas fue total. El nuevo mobiliario se hizo a medida, permitiendo liberar espacios que antes se encontraban atrapados por paredes y estructuras.
Una balaustrada de cristal protege el dormitorio, en un altillo, mientras delimita los espacios con sutil discreción. Además, su transparencia y su permeabilidad a la luz contribuyen a crear una habitación singularmente armoniosa. «Pensamos que el apartamento tendría más espacio habitable sin muebles dispersos que restringieran la libertad de movimiento y redujesen la percepción del espacio», dicen los arquitectos Andrea y Claudio Pierattelli.
La paleta de colores dominante aboga por los tonos pálidos, a excepción de la pared azul índigo y del sofá a juego, que, por otro lado, dan carácter a todo el proyecto. Por su parte, la elección de los materiales, colores y acabados, fue dictada por la necesidad de potenciar la iluminación natural y la percepción del espacio visual. El parquet francés en espiga también contribuye a esta sensación y expande la superficie aparente y ayuda a iluminar todo el piso.
Se han cuidado mucho detalles en el diseño que aportan personalidad a los ambientes. Por ejemplo, un arco redondeado protagoniza los espacios, convirtiéndose en el punto focal del área, a la vez que genera profundidad y proporción. Se trata, además, de un fondo escénico que enmarca tanto la cocina como el salón, determinando las relaciones volumétricas entre los diferentes espacios. Pero, sin duda, la joya del apartamento es la pequeña ventana con vistas a la cúpula de la iglesia renacentista de Santo Spirito. Su visión se puede disfrutar desde la cama, situada en un altillo al que se accede por una escalera de hierro lacado. Abajo, en el salón un banco de madera lacada conforma la base del sofá hecho a medida, decorado con cojines personalizados. Al fondo, un conjunto de plantas añaden vida a la esquina. Sobre ellas, varias baldas, también de madera lacada, conectan ambos pisos dotando de carácter y funcionalidad a la vivienda. El interiorismo también apostó por verdaderos iconos del diseño: la lámpara Taccia de Achille Castiglioni por FLOS; la fotografía de Wolfgang Uhlig; los focos Fort Knox de Philippe Stark por FLOS; y la mesa de centro de Charles y Ray Eames por Knoll (que puede transformarse fácilmente en una mesa de comedor para seis personas).