Un piso familiar de diseño escandinavo y contemporáneo con vistas al río Tajo
¿Puede el lujo ser cálido y acogedor? Este piso ubicado en un barrio residencial de Lisboa, con vistas al río Tajo, así lo demuestra. Con aproximadamente 220 m2 más un amplio balcón con ventanales de suelo a techo, la vivienda fue planteada por la arquitecta y diseñadora Joana Aranha para una joven pareja y su hijo. Para dar forma a la decoración, Joana se inspiró en el color azul y la serenidad del río, extendiendo al interior la misma sensación de calma que se percibe en el exterior. A través de un estilo escandinavo y contemporáneo, con algunos detalles de raíces portuguesas, el piso se convirtió en el hogar que sus propietarios buscaban.
La vivienda se distribuye en un amplio salón con comedor y sala de televisión en espacios bien diferenciados, cocina con office, cuarto de lavado, una suite con vestidor y baño propios, dos dormitorios con un baño compartido, un aseo, otro dormitorio de visitas con baño, una habitación infantil y una zona de juegos.
En cuanto a los materiales, para el suelo se eligió una madera maciza que aporta la calidez necesaria. En la cocina y los baños, destaca la piedra como el mármol, así como el estuco veneciano que cubre todo el salón. El metal también se empleó en los baños para las perfilerías de las duchas. Para los tejidos, se seleccionaron linos, terciopelos, cashmere… todos ellos naturales y agradables al tacto.
»El sofá curvo de la sala de estar, o incluso el sillón Eames, enfatizan este lado más contemporáneo de la casa. En cambio, los aparadores del comedor, si bien están diseñados con líneas muy rectas, juegan con unos tiradores de latón muy clásicos que fueron pintados en el mismo tono que los muebles para aportar modernidad», explica la arquitecta.
En el recibidor, un mueble volado de latón aboga por el minimalismo a la entrada.
Las lámparas suspendidas sobre la mesa del comedor, le dan un toque de elegancia a juego con el resto de elementos dorados del salón.
La encimera de mármol Calacatta de la cocina contrasta con el panelado de madera superior. Enfrente, la pared del office se vistió con un original papel pintado con dibujos de peces, todo en las mismas tonalidades tierra.
El aseo, decorado con un llamativo papel pintado con motivos exóticos, es la estancia que pone el punto de contraste con el resto de los ambientes.
En el baño de la suite, el mármol es el absoluto protagonista, aderezado con el dorado de la grifería.
La habitación del bebé dispone de una cuna extensible, y toda la decoración sigue el mismo patrón blanco y beige para favorecer el descanso del pequeño.
La zona de juegos infantil se vistió por completo en beige y gris, creando un espacio luminoso y actual, con un papel pintado con dibujos de animales.
Sin duda, se trata de una vivienda donde el interiorismo combina a la perfección la elegancia y la sofisticación, con la calidez y el desenfado.
Proyecto e información: Joana Aranha.