Una casa en Mallorca integrada en el paisaje con terrazas con vistas increíbles
Con la cala de Sant Vicenç, en la isla de Mallorca, en el punto de mira se erige este unifamiliar, creado por el arquitecto Miquel Lacomba y realizado por la promotora LF91. El proyecto encontró su principal dificultad en el empinado terreno, lo que se solucionó con la creación de bancales sostenidos por muros de piedra. Estas plataformas sustentan los volúmenes, sencillos y rotundos, sin artificios, orientados al paisaje. Porque los espacios interiores se relacionan con el exterior de una manera intensa. Las amplias panorámicas, el entorno rocoso y, a lo lejos, el mar se introducen casi sin trabas dentro de la casa, convirtiéndose en protagonistas. Esa ha sido una de las intenciones del arquitecto, quien facilitó esta conexión gracias a grandes cristaleras que sustituyen a los muros en la fachada. Además, incidiendo en esta idea de relación in & out, la distribución de las zonas comunes se desarrolla abierta, con las terrazas concebidas como estancias de la propia vivienda.
Otro de los puntos fuertes del proyecto fue la especial atención a la eficiencia energética y a diversos factores que optimizasen el correcto funcionamiento bioclimático. Por ejemplo, la ventilación cruzada gracias a las puertas y ventanas colocadas estratégicamente, la captación de energía solar pasiva y una cubierta diseñada con un pavimento flotante que permite una ventilación óptima y evita el recalentamiento en verano. Con este mismo fin se añadieron a las cristaleras unas persianas correderas, realizadas de lamas de madera de iroco: actúan como una segunda piel de la vivienda que protege del sol y permite la circulación del aire. Este elemento, además de su cometido meramente funcional, crea un efecto estético que pone la nota de personalidad a la fachada, forrada de piedra caliza de Capri. Sencillez y practicidad al servicio de un proyecto de conceptos claros y frescos.