Vivienda colectiva, una urgencia para las ciudades de América Latina
Ciudad de México /
El tema de la vivienda colectiva, dice el arquitecto Miquel Adriá, se puede entender desde la disciplina propiamente arquitectónica y, al mismo tiempo, con una noción política.
“La vivienda colectiva —dice— es lo que nos permite hacer ciudad”. Desde su perspectiva, una mejor ciudad es aquella capaz de redensificarse. “Y la redensificación, en buena medida, se puede producir gracias a políticas que incentiven la construcción de vivienda colectiva”.
En entrevista, el arquitecto explica que la construcción de muchas ciudades en México y en gran parte de América Latina, durante las últimas décadas, ha ocurrido a través de la expansión de la ciudad a lugares remotos, en donde no existían ciudades.
“Todas esas iniciativas del Infonavit y otras instituciones se convirtieron solo en grandes financieras que dejaron en manos de desarrolladores el construir vivienda social, no necesariamente colectiva, en las periferias absolutamente remotas en las que no hay ciudad, no hay calles, no hay infraestructura”, lamenta.
“Incentivar una política de vivienda colectiva significa, en lugar de construir las casitas que había en esas expansiones, tratar de tener áreas urbanas, en las que obviamente el suelo es más caro y por eso es tan importante contar con políticas públicas que faciliten el acceso al suelo”.
Desde la arquitectura como disciplina, dice Adriá, fomentar la vivienda colectiva es pensar no solo en cómo se puede tener una vivienda más eficiente, en la que los espacios no sean de un uso único, sino que puedan convertirse en espacios diversos que tengan distintos usos a lo largo del tiempo.
En el libro Estrategias para la redensificación urbana. Vivienda Colectiva, Adriá recopila ocho casos de proyectos de los últimos 100 años que proponen estrategias de redensificación urbana, como los ensayos de vivienda habitacional de Le Corbusier, el conjunto PREVI de Perú, el Manual de vivienda incremental y diseño participativo de la colectiva Elemental, de Chile o la redensificación suburbana que se propuso desde el Centro de Investigación para el Desarrollo Sustentable del Infonavit, en México.
Cómo se deberían replantear las viviendas hoy
Si bien existen proyectos en Ciudad de México, como el Multifamiliar Miguel Alemán, que son un ejemplo de redensificación en donde vivir en altura se conjuga con locales comerciales, escuelas y áreas verdes, son modelos que se pensaron —como la mayoría de proyectos que se diseñaron el siglo pasado— a partir de un modelo de familia nuclear. Hoy las necesidades y grupos que habitan un espacio, son mucho más diversas.
“En la actualidad ese modelo de familia es un caso más, y yo diría que minoritario, de todas las posibilidades que existen hoy. Desde roomies que comparten un departamento, personas del mismo género, muchos que viven solos, quienes viven con animales, gente mayor. Es decir, hay una complejidad y una diversidad mucho mayor, por eso es necesario comprender cómo la vivienda debe o puede entenderse de un modo mucho más flexible y transformable. Eso significa que también permite adecuarse a las distintas necesidades de esos usuarios que son específicos y que tienen sus propias necesidades”.
El arquitecto reconoce que hay espacios comunes que hoy han dejado de tener la relevancia que tenían. Como ejemplo habla del estacionamiento, y explica que una ciudad densa y eficiente requiere menos automóviles, ya que debería tener más y mejor acceso a un sistema de transporte público: “Esto, pensando en una ciudad en la que no se rompe una línea de metro cada día”.
Para Miquel Adriá existen ya proyectos en México que están trabajando a partir de la redensificación, como la Vivienda Unifamiliar Regional de Alberto Kalach, en Hermosillo, el proyecto de Juan Carral en la colonia Donceles, en Cancún, o la regeneración de edificios en desuso que realiza Reurbano, en Ciudad de México.
Lo que faltaría, dice, son políticas públicas que refuercen esas iniciativas: “Hoy por hoy tenemos un déficit de vivienda abrumador en México, al que no se le está dando solución. Cada año el déficit es mayor y eso no solo pasa en México, pasa en muchos países, especialmente en Latinoamérica: el déficit crece año tras año porque no somos capaces de dar soluciones. Es fundamental que existan políticas públicas que faciliten no solo los recursos, del modo que lo hacen instituciones como el Infonavit o el Fovissste, sino que también faciliten suelo público para que esas intervenciones sean lo más urbanas posible y que, por lo tanto, ayuden a la redensificación de las ciudades”.
El libro Estrategias para la redensificación urbana. Vivienda Colectiva se presentará el jueves 2 de febrero, en la librería del Fondo de Cultura Económica Rosario Castellanos.
PCL