Xavier Rubert de Ventós. Dos notas para la inteligencia de pensarnos | Sobre Arquitectura y más
1. Entre dichos congresos destaca que fuese elegido por Ignasi de Sola Morales y Josep Ramoneda como figura para presentar el Congreso Anyway en 1993, y no defraudaría situándose tras su agradecimiento inicial simplemente como:
«el San Juan Bautista por quien anuncio, por quienes han de venir después, yo sería el San Juan Bautista de lo que ha de acontecer»
y tomando como referencia a Kant como el primer clásico y moderno:
«por descubrir que el nuevo territorio es la subjetividad, que el nuevo territorio es el individuo… y a la vez mantiene el sentido clásico del límite.»
Y recordar, mas o menos, una de sus frases:
«La mayor grandeza del hombre es el hecho de enfrentarse a preguntas que sabe que no podrá contestar y que también sabe que no podrá dejar de hacerse»
Su bibliografía, más de treinta obras traducidas en ocho idiomas, realiza una interesante introspección en una de sus pasiones e identidad la Estética:«El arte ensimismado», «Teoría de la sensibilidad», «La estética y sus herejías», «De la modernidad».
2. La ironía y la inteligencia, no suelen ser populares, sitúan al interlocutor en una posición incómoda, así que finalmente sería etiquetado y su compromiso o deriva hacia el independentismo no nacionalista (afirmaría reiteradamente), para algunos sería una consecuencia lógica, y para otros la respuesta a ser tratado como forastero en Madrid durante su participación política. Fuese como fuera, algo que me es indiferente para recordarle, su pasión por jugar con el pensamiento y su lucidez seguían intactas cuando participó en la filmación de «Mies on Scene» por Nihao Films para la Fundació Mies van Der Rohe.
Xavier Rubert de Ventós, presentaba la filmación tras unos comentarios aleatorios de espectadores anónimos, declaraba irónicamente:
¿Es un gimnasio? ¿Es un zoológico de animales africanos pequeñitos?
Estamos ante Mies.
Como de Leonardo con el cuadro del Cristo.
Es verdad que no lo asocias a nada. Es una impresión en sí.
Pues a veces yo me he encontrado en el Pabellón con gente de puntillas. No por no ensuciar, no, de puntillas culturales. Adivinar si es bueno, en lugar de dejarte, sentarse en una silla Barcelona de aquellas y… Pues no, gente que no sabe, porque sólo si uno es culto sabe decir algo por lo que se parece, con lo que contrasta, lo que anticipa… Es que cuesta mirar sin este tipo de asideros.
Lo matamos?
No, ¡tenemos muchas cosas más aún!
Ostras tío…